Restaurante de reciente apertura situado en un pequeño pueblo del centro de mallorca a los pies de la montaña, todavía les falta rodaje pero apuntan maneras, ofrecen un menú degustación junto con una breve carta, para que se pueda elegir lo que a uno le apetezca, el menu (que presenta altibajos)consta de dos entrantes, pescado, carne y postre( a elegir de entre los de la carta)y está a un precio moderado. la presentación de las mesas y sillas así como del local deja mucho que desear pero es correcta, deberían poner mas atención en el tema de los cubiertos, no puede ser que esté toda la cubertería montada en la mesa, resultando muy incómoda para el comensal durante todo el servicio, no cuesta nada marcar cada plato y más cuando hay pocos comensales cenando, esto es un detalle a tener en cuenta. servicio atento, buen pan, buen menaje y carta de vinos algo corta y clásica, predominando los riojas, riberas y mallorquines a unos precios que no están en consonancia con los del menú. si estás por la zona, es una opción a tener en cuenta, con un poco más de recorrido sabrán pulir esos detalles...