(1/2) Aprovechando que teníamos una boda en Cuenca, se nos ocurrió llamar

(1/2) Aprovechando que teníamos una boda en Cuenca, se nos ocurrió llamar de un día para otro, para ver si tenían mesa. Aunque el restaurante estaba completo, debido a nuestra insistencia nos dieron una mesa a la 1, siempre y cuando no nos importara levantarnos a las 3. Cuando llegamos, el maitre nos dijo que podíamos disfrutar tranquilamente de la comida, porque habían reorganizado de nuevo las mesas (gran detalle por su parte).
El maitre nos aconsejo el menú degustación, que era mas o menos lo que teníamos pensado pedir, y debido a que nos esperaba un camino de vuelta importante, solo tome vino yo, con lo que decidí pedirlo por copas.
El sumiller simplemente me indico que era un vino joven adecuado a la comida, pero ni me enseño la botella, ni me permitió probarlo, si no que lo sirvió directamente (por lo que pude ver era un vino de la tierra)
La comida me pareció genial, muy rica y muy variada, ya que abarcaba prácticamente toda la carta y con mucha utilización de los productos d

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