Local discreto, muy cercano a NODO, uno de los grandes restaurantes de fusión madrileños. Mobiliario funcional en colores madera y gris. Mesas sin manteles y servilletas de papel. Sillas de plástico no muy atractivas.
Abierto en 2001 por el venezolano Emiliano Reyes propone una carta en la que ofrece una cocina de fusión que mezcla técnicas japonesas (nigiris, makis, tatakis), con ingredientes americanos (chiles, jalapeños, mango) o mediterráneos (gambas, chopitos).
Aunque con estas mezclas muchas veces se puede esperar lo peor, no sucede así en Yataki: los resultados son sorprendentemente buenos.
Como entrantes tomamos sus famosas Croquetas de cangrejo con salsa tártara (muy ricas, con un pequeño toque picante que le iba muy bien), Salmon skin (unos rollos de arroz con la piel del salmón tostado, queso crema y aguacate, bastante buenos), y un estupendo Sushi socarrat (un nigiri de caballa en vinagre, con el arroz ligeramente tostado por fuera).
De principales pedimos un excelente Atún con curry (una pieza de atún loncheado, ligeramente tostado por fuera y perfecto de temperatura por dentro, acompañado de una salsa picante deliciosa y una magnífica tempura de verduras) que fue el mejor plato de la comida, y por último unos “Fideos para llorar de alegría”, con gambas y calamares, supuestamente picantes pero que quedaron muy por detrás del anterior plato.
De postre, compartimos un buen Brownie con helado de higos.
Servicio amable. Sacaron los cinco platos (entrantes y principales) uno a uno.
Carta de vinos extensa con bastantes referencias extranjeras a precios moderados.
Dos personas, con una botella de agua, un buen Riesling: Collection Kerpen 2008 (22 Euros), y dos cafés: 92 Euros.
No es el mejor japonés de Madrid, incluso los más puristas de la comida japonesa se llevarán las manos a la cabeza con este restaurante, pero se come francamente bien.
Totalmente recomendable.
LO QUEMÁS NOS GUSTÓ
-El atún con curry, muy buen plato.
-El sushi socarrat.
-Se puede comer hasta tarde (a las cuatro de la tarde entraron dos mesas).
-Sirvieron los cinco platos de forma secuencial, sin juntar unos con otros en la mesa.
LO QUE MENOS NOS GUSTÓ
-Hacía un poco de frío en la sala.
-Las sillas dan el aspecto de entrar en un sitio de comida rápida, lo cual no se corresponde en absoluto con la realidad.
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