Una gran sorpresa.

Es un lugar paradisiáco, situado en una loma de una finca de Olivos y viñedos, desde donde se ve el pueblo de Ferez y todos los montes de alrededor. El interior del restaurante amplio y acogedor, con unos ventanales muy amplios, estratégicamente colocados, desde se puede admirar los montes de alrededor.
La cocina excelente, con el gran Curro, un cocinero muy avezado y con mucho mundom, cocina a las mil maravillas, tanto cocina moderna como la clásica, las señoritas del servicio la mar de amable y muy simpaticas.
Las ensaladas originales y ricas, ricas, el cordero asado, preparado con unas salsas riquisimas, los pimientos rellenos de rabo de toro para soñar, la pipirrana magnifica, las croquetas de enseño, etc. etc.
El servicio del vino sobresaliente, dirigido por el gran José Alberto que sabe tanto de vino, que hasta tiene bodega propia (hace el vino).
Y todos dirigidos por el alma mater Mari Angeles, una maravilla de señora que tiene de todo y todo en gran armonía (hasta la simpatia).
El precio oscila segun lo que se pida, pero normalmente son 25-30 euros con las exquesiteces que he descrito.