Por encima de la media
Céntrico local al que acudimos por casualidad, ya que nos había gustado el que abrieron en Córdoba hace ya varios años y que actualmente está cerrado.
De estilo más moderno que la mayoría de los abundantes locales de los alrededores, también cuenta con el añadido de poder comprar allí mismo los productos que sirven en el restaurante. Como es de esperar, ambiente bullicioso, mesas pequeñas y muy juntas, mantelería de papel y menaje correcto. Servicio correcto. La carta es realmente amplia: ensaladas; platos fríos y calientes, tanto individuales como para compartir; todo tipo de montaditos, bocadillos, emparedados y tostadas; falsas pizzas hechas con tortas Inés Rosales. La carta de vinos no es muy amplia ni variada, con precios x2 y bastante más. Hay unos pocos vinos a copas y algunas medias botellas. Copas sencillas.
Almuerzo ligero para 4 a base de platillos para compartir:
- Ensalada de surtido de ahumados, variado de lechugas y espárragos trigueros (8,-€) - Bonita presentación. Buena. Dos espárragos contados.
- Minibocadillo de butifarra a la plancha, tomate natural y allioli suave (4,30€) - Muy bueno.
- Montadito de queso de cabra al horno, bacon y cebolla frita (3,65€) - Por lo que contaron, bueno.
- Minihamburguesa de buey, ketchup y mostaza (3,-€) - Muy buena.
- Minibocadillo de filetito de ciervo, pimiento verde y bacon (4,60€) - Muy bueno.
- Minibocadillo de mousse de oca con jamón de pato ahumado y cebolla dulce (4,30€) - Delicioso.
Para beber, un par de botellas de agua (1,50€/ud.), una cerveza (1,90€) y un par de copas de manzanilla La Jaca (1,65€/ud.), que no aparece en la carta de vinos, servidas a buena temperatura.
Buena opción para picotear. Se agradece que no tengan fotografías de la comida colgadas en las vidrieras ni nadie que te invite a entrar mientras paseas.
