Espacio pequeño, decorado en negro y dorado, moderno con poca luz. La separación entre mesas justa. Bien la vajilla, cubertería y copas. Tomamos menú Decouverte (en la web del Rte. está) compuesto por:
L’Amuse-Broche. Unas buenas entradas.
Cangrejo de mar con perifollo, crema de coliflor y fina gelatina de crustáceos. Buen plato con sabores netos y frescos. Conseguido.
Huevo de gallina blando con mil hojas de caviar. Buena realización, estaba muy bueno.
Vieira con nueces fritas y emulsión de coralina. Sabroso y en su punto de elaboración
Lubina con zumo de limón con frescos puerros estofados. Lubina sabrosa y en su punto. Aquí fallo los puerros que estaban un poco crudos. Aunque a mi mujer le pareció bien.
Codorniz con foie y puré de manzana confitada con trufa. Plato exquisito, pleno de sabores, con la codorniz jugosa.
Dos postres :
Les deux desserts de François. Muy bueno
Le fin moka et ses bonbons chocolat-caramel. Muy bueno pero muy pesado, no pude con él.
El personal correcto y el ritmo entre plato y plato bueno.
La carta de vinos no muy extensa, pero buena. Más del 90% franceses, españoles no recuerdo haber visto.
Bebimos : Como aperitivo nos ofrecieron Champagne Bruno Paillard 1º Cuvée. Y por recomendación del sumiller un Puligny-Montrachet Domaine Carillon 2006. Bueno, con una mineralidad muy marcada (no estoy convencido que fuera el apropiado). El servicio del vino no envinaron copas, aunque la reposición fue correcta. Comimos bien pero nos quedamos un poco decepcionados en conjunto. Menu 150 pax.