Nueva visita a este acogedor restaurante , que en mi opinión es una referencia prioritaria en la zona. De noche , resulta tan atractivo o más que de día , si bien puede llegarse a echar de menos algo más de luz y claridad, pero claro , depende del momento y de la compañía..habrá opiniones diversas , como siempre. El servicio de base , sigue siendo el mismo .Tan eficiente , amable y profesional como hace dos años, sólo que incorpora algún miembro que podría poner en riesgo todos esos valores. Carta de vinos de la zona y otros , con referencias interesantes que atraen y alguna sorpresa que siempre guardan. Copas Riedel. La comida , lo de siempre e ineludible, calçots, patatas gratinadas con queso, buena carne asada con madrera de encina y un helado de vainilla con avellanas que redondeó y termino una buena cena , en un buen lugar

El Molí , merece una visita por varias razones. En primer lugar por la confortabilidad y calidez del propio restaurante. Su cristalera cálida, al lado del río , en un lugar de montaña como Vielha, resulta inigualable y apetecible. Pasear por las calles de piedra con la nieve y entrar al Molí ya es un ejercicio de placer. Segunda razón , el trato al cliente. Un contacto amable, sincero , veraz y directo, sin postureos ni estiramientos que tan poco me gustan. Explicaciones claras y sencillas sobre lo que vas a comer, incluso demostarciones ( nos enseñaron a comer calçots...con guantes y babero). Tercera razón , los vinos. La cava , localizada a la entrada, parece marcar el camino. Una buena oferta de vinos, actualizada, diversa y amplia que se acompaña de un buen servicio , adecuado y suficiente. Cuarta razón , la comida. Tradicional, un buen producto y buena mano en la parrilla. Guisos ( olla aranesa), verduritas excelentes, magret con foie, manitas , vacuna en distintas y versiones y postres pantagruélicos, riquísimos que redondean una buena comida, perfectamente adaptada al lugar y sus necesidades térmicas

Este restaurante se encuentra situado en uno de los laterales del rio que transcurre junto a la calle mayor de Vielha. El comedor tiene un gran ventanal que da al rio el cual iluminan por la noche para disfrute de los comentales.

La especialidad del restaurante son los asados de carnes del valle, calçots y demas productos que se pueden hacer encima de unas buenas askuas.

Tomamos una ensalada fresca de espinaca, y sopa aranesa, lo cual se agradece en pleno invierno, un entrecot de ternera de valle, rico y en el punto de cocción solicitado, lo acompañamos todos con un tobelos cza 05 (17€+IVA). De postre tomamos un mel y mato (requeson con miel) del valle muy rico también.

La carta de bien bastante bien surtida, con algún guiño a Francia, la copas correctas.
Un sitio agradable para ir.