Cals Frares, un refujio clásico en el corazón del Maresme

Restaurante CLÁSICO con mayúsculas. Cocina de la abuela, sin mas, materia prima excelente,servicio sin pretensiones pero muy cercano, muy familiar, muy de casa, a veces demasiado, pero no molesta, al contrario.
Mesas con mantel y servilletas de papel, copas de vidrio. Pero esto no es lo importante.
Los platos no tienen ningún tipo de pretensión artística, pero esto tampoco importa.
La cocina no rebosa creatividad, pero tampoco importa.
Lo importante es lo que se come :"Trinxat de la cerdanya" (ya puede hacer frio...que este plato te caldea(, "pèsols del maresme o faves a la catalana" (de cosecha propia, dulcísimos), "espatlla de xai al forn" (tiernas), "peus o galta de porc a la brasa" (Uaaaaaaaaaaauuuu) "Pollastre rostit" (de cria propia, al igual que el pato), "vedella amb bolets" (Esta abuela!!), "rovellons a la brasa" (cuando es temporada), "butifarra amb mongetes"( un clásico espectacular), "Xai a la brasa" (Gustoso y nada graso)...todo acompañado con las patatas fritas más espectaculares que he comido jamas. o escalivada, o "mongetes" o "amanida" y un Allioli que quita el hipo...
Disponen de un menú diario a 10 euros muy completo con platos de la carta. Con agua, vino de bota (y os recomiendo gaseosa, pues el vino es algo peleón)pan y iva incluido. Café y refrescos aparte.
De la carta de vinos mejor no hablar, pero como he repetido varias veces... no importa tampoco.
Vaya pues, un restaurante de toda la vida, donde lo único importante es lo que te pones en el estómago. Calidad-precio materia prima 10. La abuela otro 10, la brasa otro 10 y las patatas fritas un 100!!!