Nos sentimos como en casa

El sabado como es costumbre familiar salimos a visitar un nuevo restaurante.la reserva la teniamos para las 14.30 horas y estabamos los cuatro comensales dispuestos a recibir una sorpresa gastronomica y asi ocurrio.entramos directamente con vino emilio moro ribera del duero 2006(28)y empezo el aluvion de aperitivos, entrantes templados y calientes.unos buñuelos de ternera con salsa de setas(12)seguidos de unos chipirones rebozados muy sabrosos.seguimos con unos chamquetes con gambas(14) pero con sorpresa ya que los acompañaban zanahorias y calabacin combinacion a que a mis acompañantes les encanto,no tanto a mi. y por el fin el plato estrella unos huevos rotos con habitas baby cebolla confitada(15) sublimes.seguidamente entraron los segundos.triunfo la carne solomillo brasa(23) para tres al punto.aunque uno de ellos se combino con salsa a la pimienta.la otra opcion fue pescado y por supuesto no me arrepenti un rodaballo fresco(18)que denotaba una frescura inusual pues la piel se desprendia facilmente dejando ver un lomo blanco y jugoso las guarniciones eran patatas brocoli y cebollas. los postres bomba de chocolate(5) para dos flan de queso(3) y tarta de la abuela(4) tal vez este ultimo sea el menos conseguido. buena atencion aunque solo eramos dos mesas ,servicio de vino correcto.y una curiosidad ya que al restaurante se accede tocando un timbre como en tu propia casa da la sensacion de estar en tu salon comedor ya que solo existen seis mesas y una redonda con lampara para alguna reunion especial que se se esconde tras un biombo.