No nos dirigimos a este restaurante por casualidad, lo hicimos, sobre todo, tras haber leído el comentario de Gabriel Argumosa en Verema .  Debo decir que si hubiésemos pasado por delante, sin tener referencias, seguramente no nos hubiésemos parado, pues si bien es cierto que su ubicación es muy buena ( en su entorno se encuentran importantes lugares de gran valor como la Colegiata de Santa cruz de Castañeda (sXII) una de las iglesias románicas mas importante de Cantabria),  desde el exterior al primer golpe de vista tienes la impresión de encontrarte delante de uno de los muchos  resto-bares-cafetería que proliferan en los pueblos a pie de carretera, pero nunca mejor dicho en este caso "las apariencias engañan".

Fuimos a comer, tras haber reservado previamente, el  martes 13 a las 13h. El restaurante con 26 años desde sus inicios, está dirigido por la familia Flor-Saiz, Tiene un aparcamiento justo delante y  diferentes comedores. Nos situaron en uno ubicado a mano izquierda de la entrada. Decoración entre moderna y clásica, luminoso, mesas bien vestidas, buena vajilla contemporánea y buenas copas.  El servicio de sala es bueno, cercano y muy amable, y está llevado a cabo por Santiago, su mujer y su hijo Fernando. El servicio del vino también es bueno, descorche, primera cata y algún servicio de copa, tienen una bodega con aproximadamente una cincuentena de referencias, principalmente de tintos Riojas y Riberas, algunos blancos, en su mayoría albariños, rosados  y una docena de cavas y champagnes. 

Optamos por comer a la carta.

Como aperitivo nos sirvieron un Bonbon de foie y un caldo   Bueno.

De entrantes tomamos :

Espárragos gratinados rellenos de marisco Buenos espárragos de conserva grandes, bien rellenos y gustosos. Plato muy copioso. MC lo encontró bueno.

Rabas al estilo de Santander Muy buenas. Porción enorme, que muy a pesar mío, porque me encantan las rabas y estas estaban muy ricas, no me pude acabar.

De segundo compartimos :

Chuletón de buey de raza pinta de 1,450 Kg con una maduración de 7 semanas Santiago y su mujer, nos dieron todas las explicaciones y mas sobre la carne, pues ambos son antiguos carniceros. Muy buena carne, sabrosa, bien servida y cocinada tal como la habíamos pedido, muy poco hecha, acompañada de unas buenas patatas fritas caseras y unos pimientos. Un hornillo , permitía, si necesario, mantenerla caliente a lo largo de la comida. Tuvimos problemas para acabárnosla, pero lo hicimos, hubiese sido un pecado no hacerlo.

No tomamos postres, el cuerpo no daba para mas.

Para beber, tomamos  un botella grande de agua de Solares y una botella de 50cl de  Luis Cañas Crianza 2014 DOC Rioja  Bodegas Luis Cañas (Villabuena/Alava), cepajes 95% Tempranillo y 5% Garnacha. 12 meses de barrica y 9 meses en botella. Un vino tinto suave y sabroso que se bebe muy bien y que acompañó perfectamente la comida.

Finalizamos con dos buenos cafés, y si no recuerdo mal, un par de chupitos, invitación de la casa.

La cuenta ascendió a 35,76 €/persona. Muy buena RCP. Buena cocina tradicional, bien presentada y bien elaborada con excelentes materias primas de temporada. Muy buenas carnes de Cantabria. Tuvimos la ocasión de hablar un buen momento durante y al final de la comida con Santiago Flor  de diferentes temas principalmente sobre cocina y  hojaldres de Torrelavega ( forma parte de la cofradia junto a Gabriel Argumosa y Javier Compostizo (Jacomur) ... y hasta nos hicimos una foto juntos.

Cuando volvamos a Cantabria, volveremos a visitarles y a lo mejor tomaremos una buen Olla Ferroviaria, que parece que la preparan muy bien.

Lugar situado un poco cerca de todo, a medio camino de la nueva autovía que une Torrelavega con Solares, muy cerca del Parque de Cabárceno y del Balneario de Puente Viesgo.

Aparcamiento a pie del local, comedores varios, con distintos ambientes.

En el día de hoy, dos personas hemos comido:

Aperitivo de la casa: bombón de foie y un caldo, bien presentados.

A compartir:

Rabas al “estilo de Santander”: efectivamente con sabor de las de “toda la vida” (8 euros)

Entrecot a la parrilla, que se acompaño con unas buenas patatas fritas: la carne perfecta de punto, con una buena atemperación previa. Se notan los antecedentes de sus dueños en el gremio de la carnicería. (12 euros)

Sapito a la parrilla: perfecto punto, acompañado de ensalada y en un tamaño más que considerable (19 euros).

Vajilla de buen nivel, así como la cristalería, mantel y servilletas de tela, música ambiental agradable.

De beber: Pétalos cri 2013 a 11.50. Buena temperatura del vino, buenas copas. La carta de vinos con distintas opciones y con unos precios muy ajustados.

Los precios incluyen el IVA.

Comentario:

Lugar donde había comido en 2 o 3 ocasiones previamente, pero siempre en comida de grupo con menú concertado. Al igual que hoy con muy buen nivel, pudiendo destacar sus ollas ferroviarias, pero es una elaboración que hay que encargar.

Hoy hemos comido muy bien, producto de calidad, bien tratado y a precio muy ajustado.

A tener en referencia si estáis por la zona o lugares que en un principio he reseñado.

Restaurante ubicado en el pueblo de Pomaluengo (Castañeda), con una decoración muy agradable y una cocina de mercado llegamos atraidos por las buenas referencias de su carne.

Seis comensales en mesa de un comedor amplio y acogedor, comenzamos con unas mollejas con setas, foie de pato de la casa y jamón iberico. Todo bastante correcto con un servicio amable y muy discreto.
Como platos principales y era donde teniamos la referencia, muy bueno el entrecot de novilla a la mostaza antigua con pure de coliflor y por comertarios en mesa el bistec de avestruz con pure de castañas.
Indicar que la carne estaba deliciosa.

Bodega basada en D.O Rioja y Riberas del Duero, con un servicio correcto del vino.
Para terminar postres al centro, tarta de queso pasiego, arroz con leche y crema montañesa caramelizada, cafes y GT de Bombay.