Un lugar entrañable, no le llamare coctelería, aunque algo de ello también tiene, bueno empezamos por el principio.
Es un entrañable local, un exterior bonito en madera y cristal, con un interior cómodo, una barra de mármol y mucho, mucho encanto, no lo digo por el local que también, si no por las personas que lo atienden, están especializados en gin tonic, que como dice Mike, “…cuando estamos completos tenemos 32 y ampliando…”, este escocés que se quedo en Barcelona, es la “pera molinera” se entrega en cuerpo y alma, te explica la historia de la ginebra y te cuenta mil anécdotas referentes a los gin, que yo las escuchaba con la boca abierta, ayudado por Miren un encanto de mujer que se esfuerza por que cada gin te llegue perfecto en todo y siempre con una estupenda sonrisa, además cuenta con 4 ginebras, la sweepss de siempre, la Q tonic, la Fever Tree y la Festimans una tónica tradicional fermentada que cuenta con casi un 1% de alcohol, me encanto.
PD. Valoro en el vino por las ginebras