Tomamos el menú número 1, compuesto de lo siguiente:
-Aperitivos
Aceitunas, pan y mantequilla.
Normalito, más que mantequilla como sugerencia pondría a probar aceite de oliva extra virgen que es un producto más nacional y los turísticas seguro que lo agradecen.
-Cocido madrileño:
Cocinado en puchero de barro individual sobre carbón de encina, rico si pero el carbón no se nota mucho, viene con los dos huelcos, sopa y de segundo los garbanzos com la verdura típica y también lo típico de sus carnes, con piparras, buena cantidad, rico pero sin más, la sopa algo sosa.
-Postre:
Buñuelos de manzana con helado, normalitos, están buenos pero tampoco destacan mucho.
Bebidas:
Vinos de la casa (tinto, blanco o rosado) Agua mineral Chupito de licor, agua bien, chupito de hierbas digestivo rico pero el vino de la casa ni lo nombró, no se si es que se gasto el que tenian de normal pero el que nos ofrecieron fue un Rioja que no estaba muy alla.
Menú 1 por 38€, como experiencia está bien, bonito sitio con buena decoración rústica, céntrico, personal ameno, local por exceso de público no del todo limpio (los baños) y mesas muy juntas, carta de vinos básica, lo dicho Cocido Turístico!
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