No se si fue el New York Times quien dijo aquello de ‘no sabe cantar, no sabe bailar: no se la pierdan’ refiriéndose a Lola Flores. Pues algo parecido podría ocurrir con este restaurante de Madrid.
Que madrileño no conoce Casa Mingo, quien no ha ido alguna vez en su vida a comer un pollo asado y a beberse una sidra? o un chorizo a la sidra o una ración de cabrales, en su terraza o en su añejo, rancio y ajado comedor, allí donde cientos, miles de botellas de sidra vigilan a los comensales, todas ellas en vigilante posición de firmes en la estanterías.
Tony Leblanc y Antonio Ozores lo tenían de centro de reunión en "Los Tramposos" de Pedro Lazaga
Dicen que Domingo García González (su fundador en 1888), cuando llego a Madrid se abrumo con lo grande de la capital y decidió no apartarse mucho de la estación de Príncipe Pío por si le entraban las ganas de volverse a su Asturias natal.
Se come bien, no, se bebe bien, tampoco, pero no se lo pierdan.
PD: Entorno muy bueno por lo añejo, ojo.
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