Hace poco días realizamos una comida de trabajo y no puedo más que reconocer que fue una delicia, tanto en las sugerencias, navajas, boletus,... como los principales, tomé lubina cerrando con un mus de limón excepcional. Vaya barquillos !!! y buen café.
Tomamos un Absum varietales. Excelente.
El servicio perfecto y un buen precio.
Hacía varios años que no lo visitábamos. Han remozado el lugar, decorándolo de forma clásica con predominio de la madera y colores claros en las paredes. Local pequeño, con 4 mesas en el bar y un par de comedores al fondo. Servicio muy correcto y amable. Mesas algo justas y un poco juntas, aunque comimos bastante cómodos gracias a que nos fueron sirviendo los platos con buen ritmo, de manera que no se apelotonasen en la mesa. No tomamos vino.
Como teníamos que continuar viaje, tomamos algo ligero:
- Ensalada noruega - Salmón marinado muy bueno con una base de patata y huevo cocido. Sencillo y sabroso.
- Callos de bacalao - Excelentes callos, excelente salsa. Un pelín picantes. Textura y sabor fantásticos. Supieron a poco. Buen pan para mojar.
- Manita de cerdo rellena de foie - También excelente. Me sorprendió el rebozado en huevo. Sabrosas y tiernas, con un sabor al huevo del rebozado realmente curioso y agradable.
- Carrillada de cerdo - Sencillamente deliciosa, con su salsita ligadita... Rica, rica.
Pastel de queso (se notaba simplemente acercando la nariz que era casero, casero) y otro postre que no recuerdo.
7 cervezas, un carajillo y dos cortados.
Bonito lugar para tapear, quizá algo más caro que otros, pero con un muy esmerado servicio y un ambiente muy agradable.
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