Son fechas muy complicadas y tras algún intento fallido para cenar en alguno de los que tengo pendientes en Bilbao, al final me decanto por visitar este restaurante de Getxo que ya he visitado en un par de ocasiones,
Siempre que como en este local, viendo su elegante comedor, pienso en otros tiempos. Estamos donde estamos e imagino aquí a ciertos personajes de “cartera muy alegre” dándose unas tremendas comilonas sin preocuparse demasiado de la cuenta final.
El local es elegante. Tiene una terraza cubierta de la que ya he disfrutado y el comedor es muy elegante. Quizás ya un poco demasiado clásico pero a mi personalmente me gusta el estilo. Mesas de tamaño amplio, estupendamente vestidas, indiferentemente de la opción que elijas vas a comer igual de cómodo.
Ahora las cosas han cambiado y mucho. Por lo pronto el restaurante ofrece opciones que hace tiempo no era necesario ofrecer. Menús incluso de hamburguesa, eso sí, con champagne. Tiene un menú degustación y uno por el que hemos optado hoy, llamado “de todo un poco” que supone 35 euros todo incluído. Además dan la opción de cambiar el vino descontando el precio del del menú, cosa de agradecer cuando no te da lo mismo lo que beber.
Nosotros nos decantamos por un txakoli que no conocía, concretamente un Berroja. Elaborado con un 80% de Hondarribi suri y un 20% de Riesling y macerado sobre sus propias lías durante unos meses. De color amarillo pajizo y realmente suave. Nariz afrutada, paso por boca muy agradable y muy poca acidez.
Buenas copas y buena vajilla. Al cambiar de vino también nos cambian las copas. Le comento que si está frío no es necesario que nos traiga la cubitera pero al final la coloca dejando el vino fuera por si nos es necesario más tarde. No la utilizamos.
Mi compañera bebe agua, es mujer sana así que una botella mediana de Bezoya y dos panes tipo chapata, normalitos, decoran la mesa antes de la llegada del primero de los platos: Rodajas de tomate trufado. No estamos precisamente en tiempos del tomate. Cortado en rodajas finas, muy finas. La piel está dura, cosa normal, así que estorba un tanto. El sabor está muy logrado, muy sabroso.
Le toca ahora el turno a las Láminas de magret de pato con virutas de foie y reducción de Pedro Ximenez. Bonita presentación y conseguido conjunto. Eso sí, el corte es excesivamente fino, todo ello no llenaría una cuchara sopera. Reconozco que al final casi he agradecido el tamaño puesto que el menú en su conjunto es suficiente.
Cuatro Gambas blancas a la sal, también de pequeño tamaño y hechas a mi gusto, poco. Sabrosas y que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. Ricas.
El siguiente plato ha sido para mi y quizás también para mi prima, el mejor de la noche, Pimiento rojo asado en casa relleno de rape y langostinos, con salsa de nécoras.
Huele estupendamente. Se nota perfectamente que no es pimiento de bote o que si lo es, está muy bien trabajado. El relleno muy sabroso y acertado. Salsa muy rica y de las de untar. Un plato muy bien conseguido.
Pasamos a la Berenjena gratinada con parmesano, rellena de cabrito y verduritas. Sorpresa sabrosa. No soy yo demasiado de berenjenas, lo contrario que ella pero el relleno poco tiene de vegetariano. Cantidad agradecida de carne, se percibe ya en nariz el cabrito. Este también ha sido un buen plato que el toque de parmesano lo hace mucho más atractivo aún.
El último plato salado, las Tiras de entrecotte a la leña con patatas a las especias es el único que se presenta al centro para compartir. Con este plato hemos pasado un rato estupendo puesto que desde el principio al fin no terminábamos de ponernos de acuerdo. Al principio el olor de las partes exteriores daban la sensación de que era una carne un tanto pasada pero los trozos principales, los centrales, estaban realmente jugosos y sabrosos. Sensaciones quizás…… Las patatas fritas tremendamente originales. A mi prima le han gustado mucho más que a mi. Yo soy de patata con sabor a patata y estas, ya lo anuncian en el nombre, llevan especias varias que no hemos sido capaces de enumerar. El pimentón era lo más destacable pero allí había algo que les daba un sabor muy característico, que me llevaba a algo probado ya pero que han guardado en secreto. Me parece bien.
El camarero nos da la opción de cambiar el postre ofertado por alguna tarta de las caseras que tienen. Arantza decide quedarse con la Torrija de pan empapada en leche, acompañada de helado de vainilla crocante casero. Rica de sabor pero un tanto seca. Para mi la torrija debe estar más bañada, mas esponjosa.
Yo me decanto por una tarta de manzana que está rica, quizás un tanto “chicloso” el hojaldre pero como dice la estupenda pastelera que comparte mesa conmigo, es un tema complicado de trabajar. No destacaría yo los postres en la cena.
Salimos a la terraza a tomarnos nuestro correspondiente cafecito e infusión. Sigue pareciéndome una buena opción.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/01/restaurante-migaea-getxo-elegancia.html

Segunda visita a este local con intención de conocer un poco más su cocina. Previa llamada telefónica para reservar y evitar sustos, allí nos presentamos a la hora acordada. Da gustó llegar con el coche a un lugar donde escasean los estacionamientos y poder estacionar justo frente a la entrada gracias al parking limitado para clientes del que disponen...sin estrés, sin contratiempos.
Al igual que en nuestra anterior visita nos ubican en una gran mesa situada junto al ventanal; la sensación de elegancia se respira de nuevo en toda la estancia.

Nos traen la carta y recuerdo todavía de mi anterior visita varios platos que dejé pendientes por probar así que mis ojos comienzan a escudriñar la carta en su busca. De repente, mi vista se detiene en el apartado en el que ofrecen hamburguesas y perritos calientes, y como soy un devoto de estas preparaciones cuando están hechas con ingredientes de calidad, comienza una lucha interna entre mis intenciones iniciales y mi instinto carnívoro.

Tras una breve negociación con mi compañera de batallas, en esta ocasión cede a "mi capricho" y se apunta ella también a este concepto de comida.

Finalmente degustamos lo siguiente:

**APERITIVO (invitación de la casa): Rollito rebozado de pavo relleno de queso y trigueros. Llegó recién hecho, calentito a nuestra mesa. Un rico comienzo.

**SALMÓN AHUMADO CON VINAGRETA (a compartir): finas lonchas de salmón acompañadas de una vinagreta de manzana y cebolleta. Plato muy refrescante que nos gustó mucho. 13 €

**SUPER-HAMBURGUESA (mi elección): servida en un plato con pan artesano, compuesta por carne, queso, mahonesa, beicon, lechuga, tomate, pepinillo y huevo frito. Se acompañaba de patatas fritas caseras (ricas) y kétchup casero (muy rico). Buen tamaño de hamburguesa. La carne era de calidad, tierna y poco hecha tal y como yo la pedí. No es la mejor hamburguesa "Gourmet" que he comido pero tiene buen nivel. 12 € (VER FOTO)

**PERRITO CALIENTE V.I.P. (elección de mi acompañante): buen tamaño de perrito caliente, al que se le había vaciado su interior de carne rellenándolo de queso. Se acompañaba de cebolla pochada y patatas fritas caseras. En este apartado soy menos ducho que en el de las hamburguesas pero estaba muy bueno. A mi compañera le gustó también. 10 €

Mientras degustábamos lo anterior, me hacía gracia verme a mí mismo en un comedor tan elegante, de suelos de mármol brillante, comiendo una hamburguesa, bueno, en este caso habría que llamarla ham "burguesa"...cosas mías ;-)

POSTRE:

**TRUFAS (a compartir): postre que nos sorprendió mucho. Estupenda presentación de 6 trufas cada una de un sabor...nata, chocolate, naranja, canela...de verdad que todas muy ricas. 7 € (VER FOTO)

VINO:
Sabemos que vamos a degustar carne, pero nos apetece acompañarla de un buen cava, así que nos decidimos por JUVEE Y CAMPS, BRUT NATURE GRAN RESERVA DE LA FAMILIA 2009. Ya lo habíamos probado en varias ocasiones y es un cava que no falla y que nos gusta mucho. 21 €

Bebimos también una botella de agua de 0,5 litros.

Para finalizar la comida, una infusión y una copita de VINO DULCE, en este caso tenían dos botellas de Pedro Ximenéz a elegir, optando por la que creí mejor (no recuerdo la marca exacta). Cumplió su cometido aunque no tenía nada que ver con los “grandes” de Pedro Ximénez.

Servicio de mesa de nuevo al más estilo purista. En esta ocasión nos tocó un camarero muy abierto a explicaciones, que comentaba todo lo que componía cada plato de la carta. Realizó su trabajo con profesionalidad.

La cuenta ascendió a 71,30 €.

Pues así sucedió todo y así lo he reflejado. Soy consciente que este concepto culinario tiene sus detractores por estos lares, pero también soy de los que creen que cualquier combinación de ingredientes, si éstos son de calidad y están correctamente combinados, pueden hacerte disfrutar como un niño. Para los que piensen como yo aquí dejo la crónica.

**NOTA. Todos los precios indicados incluyen I.V.A.

Restaurante ubicado en el municipio de Getxo, en el centro del “aristocrático” barrio de Neguri, conocido porque muchas décadas atrás, alrededor del año 1900, asentaron allí su residencia las familias más adineradas de la alta burguesía vizcaína; grandes empresarios, financieros y arquitectos de renombre levantaron en la zona palacetes y casonas espectaculares, alguna de ellas auténticas mansiones. El hecho de que la zona se encuentre pegando a la playa ayudó a subir más si cabe su caché.
El poder económico e influencia social que aglutinaron aquellas familias fue tal, que crearon su propio banco en 1857 (Banco Bilbao) para poder gestionar aquellas ingentes cantidades de dinero que provenían principalmente de la Industria Pesada de la zona (Altos Hornos y acerías) y para financiar grandes infraestructuras y proyectos. El Banco de Bilbao, posteriormente dio paso al Banco de Vizcaya (1901) y continuó creciendo y desarrollándose, y tras numerosos cambios y fusiones, ha llegado a nuestros días con nombre de BBVA, banco por todos de sobra conocido.
Cuando los patriarcas de aquellas casonas y fortunas fueron falleciendo, sus inmuebles y fortunas fueron pasando de generación en generación...hijos, nietos, biznietos, que en muchos de los casos no supieron mantener el legado que les fue entregado.
Hasta nuestros días, como vestigio de aquel esplendor, han llegado todas aquellas espléndidas construcciones; unas todavía en manos de familiares de aquellos poderosos hombres y mujeres, las más espectaculares fueron adquiridas por la administración vasca (Diputación y Gobierno Vasco) y las que menos suerte han corrido, están abandonadas.

En una de esas casonas, rehabilitada para la ocasión, es donde desarrolla su actividad este local. Cuenta además con un estupendo parking para poder ir en coche y estacionar en la misma puerta.
Comedor amplio, suelos de mármol brillante, grandes ventanales, decoración muy elegante, acorde a la zona en la que se asienta.
Nos ubican en una amplísima mesa situada junto al ventanal, vestida con mantel de tela blanco. Cubiertos, vajilla y copas de calidad.

Nos traen la carta y hay varias opciones a la hora de configurar la comida: menú degustación, menú ejecutivo, y carta pura y dura.

Nos decantamos por menú ejecutivo, el cual te permite elegir un primero, un segundo y un postre de los marcados en carta con una “pincelada” naranja, que además incluye una botella de vino tinto o blanco por 23,50 € Iva incluido.

Dos comensales:

PRIMEROS:
**ENSALADA DE SALMÓN Y AGUACATE CON VINAGRETA BALSÁMICA (mi compañera): Lechuga “mezclum” mas los ingredientes del enunciado. Ensalada rica sin más...sin ningún secreto.

**FRITOS VARIADOS DE LA CASA (mi elección). Presentada cada una de las croquetas sobre una cucharilla (VER FOTO):
1-CROQUETA DE JAMÓN IBÉRICO: Rica.
2-CROQUETA DE COCIDO: rica pero falta de potencia.
3-MEJILLÓN RELLENO: relleno seco…no me convenció.
4-MEDALLÓN DE CHORIZO: sabor sutil a chorizo…rico pero a mí personalmente gusta con sabor más potente.
5-BOMBÓN DE MORCILLA: muy rico. Lleno de sabor.

SEGUNDOS:
**PIMIENTOS VERDES FRITOS, RELLENOS DE MAGRET DE PATO CON REDUCCIÓN DE KALIMOTXO (mi compañera): un pimiento verde grande partido en dos, relleno con el magret desmigado. La salsa de Kalimotxo curiosa, la verdad que estaba rica y realizaba buen acompañamiento. El conjunto estaba rico. (VER FOTO)

**PRESA IBÉRICA SOBRE CREMA DE CERVEZA TOSTADA, MIEL Y OREJONES (mi elección): la carne en su punto, jugosa. La crema de cerveza no me agradó en exceso, demasiado ácida que pese al contraste de la miel y orejones…prevalecía sobre ellos. Pese a lo anterior fue un plato que me gustó.

POSTRE:
**PERA AL VINO RESERVA DE RIOJA CON HELADO ARTESANO DE LECHE MERENGADA (mi compañera): postre que hay que pedir al principio de la comida. Realmente rico. La pera en su punto, y el contraste del “toque” del vino con el helado me encantó. No pedí este plato pero acabé disfrutando de la mitad del mismo.

**SOUFLÉE DE CANELA Y MANZANA CONFITANDA: bonita presentación. Postre caliente, el souflée muy suave y cremoso y en el fondo de la taza, la manzana confitada. Muy muy rico. (VER FOTO)

VINO:
Pregunté por los vinos que incluía el menú pero no me convencieron, así que solicite la carta. Referencias varias, pero centrada principalmente en Riojas y Riberas…algún vino francés.
Finalmente nos decantamos por un cava TORELLÓ, BRUT NATURE GRAN RESERVA 2005, tras haber pedido anteriormente otro cava que no tenían.
Cambio de copas, buen cristal, temperatura adecuada, presentación de la botella, descorche y servicio inicial y llenado de copas durante toda la comida. Guardado en cubitera. Nos gustó aunque me quedo con Gramona y Reventós y Blanc.
El precio…ya lo avisan en la carta; si se opta por un vino no incluido en el menú ejecutivo, se cobra solo la diferencia de precio, así que en cuenta nos salió el cava a 14 € Iva incluido. Estupendo detalle que en muchos locales no aplican y que a mí me parece de justicia.

Bebimos también una botella de agua que no se cobró ya que estaba incluida en el precio del menú.

Di por finalizada la comida con un “cortado”. Bastante rico.

El pan que acompañó la comida, artesano y pan de Viena, este último muy muy rico.

Servicio de mesa atendido en todo momento por un joven de origen polaco, estupenda presencia, traje impoluto. Servicio del estilo purista, protocolo total, pendiente de todo lo que sucedía en la mesa pero sin hacerse notar, sin agobiar…muy profesional. Al final de la comida hablamos un rato con él y le felicitamos por el servicio.

La cuenta ascendió a 62,60 € (Iva incluido).

Cocina a caballo entre tradicional y elaborada. No sorprende pero tampoco defrauda. Un término medio diría yo. Volveré a visitarles con intención de probar algún plato que me ha llamado la atención y que he dejado en el tintero; de esta forma tendré una visión más global de su cocina. Eso sí, elegiré un día que la climatología acompañe para disfrutar de su estupenda terraza.

NOTA: he tenido que "jugar" un poco con la puntuación para dar al restaurante una nota acorde a mi experiencia.

Aprovechando que son las fiestas del Puerto Viejo de Algorta y además que hace una noche más que calurosa, nos hemos desplazado hasta Getxo.
Un paseo para ver el ambiente festivo; me he acordado que hoy Esther, estará por aquí y me la imagino intentando cruzar la zona de las casas de pescadores donde hay mil personas donde caben 300. Pobrecita.
A las 10, puntuales como siempre, nos hemos acercado al Migaea, como bien dice uno de los comentarios, la decoración es ¿demasiado elegante?. Hay que tener en cuenta donde nos encontramos, la creme de la creme de la sociedad Bizkaina vive allí.
Nosotros tambíén hemos pedido el menú degustación:
Carpaccio de bacalao con vinagreta de piparras y aceituna negra: pequeña ración pero de gusto agradable.
Nuestros fritos: 5 variedades: mejillón en su crema, y 4 tipos de croquetas bastante ricas todas ellas que hemos tomado de más a menos suave por indicación del camarero, siendo las 2 últimas las de más sabor, de chorizo y morcilla respectivamente. 2 unidades por persona de cada tipo. Muy ricas, la verdad.
Cazuelita de cigalas y langostinos con paisana al brandy: 2 cigalitas, con una crema paisana que estaba muy sabrosa.
Taco de rape negro del Cantábrico con guarnición de patata carbonara:
Nos han cambiado el rape por otro pescado y soy incapaz de recordar cual era, pero no es mala señal, era un buen trozo, con su punto de sal correcto y jugoso. La guarnición de patatas más que correcta también.
Solomillo de vaca Strogonoff versión Migaea: este es el plato que menos me ha gustado. Una conjunción de sabores un tanto peculiar que a mi parecer no es la más apropiada. Igual con el "apellido" que tiene la dichosa vaca es hasta normal. :-)
Crème Brulée con crujiente de hojaldre y galletas caseras de canela: Unas natillas con un nombre complicado con un hojaldre que de crujiente no tenía absolutamente nada y una galleta que estaba exquisita. Las natillas me hubiesen gustado más frías pero no estaban nada malas, la verdad.
Sorbete de Möet Chandon al limón con hierba buena, vainilla bourbon y polvo de oro: solo ha tenido una pega este final, que me hubiese gustado que la copa hubiese sido de medio litro. Estaba riquísimo, a mi la hierba buena no me va pero era un toque, para nada destacable, una conjunción estupenda que me ha dejado un estupendo sabor de boca.
Nos han sacado cuatro panes diferentes, uno de pasas, uno de aceitunas y dos txapatas, correctos.
Para beber y dentro del precio del menú, un Reina Castilla 2011, verdejo. Me ha gustado bastante. Muy frutal, con intenso aroma, trago fácil con gusto a fruta fresca y suficiente acidez.
A la terraza al cigarrito, cafecito, dos bombones hechos por ellos mismos que no he catado pues mi compañera no toma café y le he cedido gustosamente el mio. No se ha quejado para nada.
Copita de Itsasmendi Urezti vendimia tardía, un vino dulce más que correcto con una mezcla entre ese dulzor y esa pequeña acidez que hacen que no sea empalagoso y se deje beber.
El camarero muy atento en todo momento sin estorbar para nada. Gracioso un detalle, tienen un timbre en la mesa para avisarles si necesitas algo. La que te digo, no ha podido con ello, eso sí, pidiendo permiso, ha pulsado el botón cuando hemos pedido la cuenta.
En fin, que es un sitio agradable, con carta de terraza más asequible, un sitio bonito y además a 5 minutos andando teneis la playa, el puerto deportivo y un poco más allá el puerto viejo con las preciosas casas de pescadores.
Creo que no es de sobresaliente pero mucho menos de insuficiente.
…………..

Desgraciadamente tuve la ocasión de conocer este restaurante de Getxo el pasado mes de septiembre. Me decidí a hacerlo porque
encontré una crítica positiva en "La Verema" pero desgraciadamenter era del 2009. Grave equivocación la mía!!!
En principio es un restaurante que ha ganado algún premio de pinchos y la pinta que hacía "a priori" era buena. Cuando llegamos la decoración del local nos pareció excesivamente "rococó" pero bueno, eso en principio es secundario,pero...
La carta es un "poema" ya que hay diferentes tipos de menús de gustación apetecibles a primera vista. Nos decidimos por el menú estrella de 55 Euros por barba en el que si mal no recuerdo estaba compuesto por cuatro platos y postre. De la carta de vinos ni nombrarla debido a que estaba compuesta exclusivamente por vinos clásicos a precios desorbitados.
Pero lo "mejor" estaba por llegar con las viandas del fantástico menú degustación que intentaban sorprender al cliente con mezclas esotéricas de condimentos incombinables. Ni quiero ni puedo recordar los platos que degustamos que fueron de nuestra total reprobación. Tristemente a nadie le gustó ningun plato incluido el postre de "nouvelle cuisine".
Es difícil encontrar un restaurante tan decepcionante en el País Vasco y con este precio.
Lo siento, pero.... alguien tenía que decirlo.

De reciente apertura y en pleno Neguri, es bajo mi punto de vista uno de los mejores restaurantes en Getxo; tanto para tomar algo en su cafetería y terraza, como para comer a la carta en sus salones. La decoración es una maravilla y personalmente no conozco en Vizcaya restaurantes con materiales de este nivel: madera de palo santo, lámparas de cristal de Swarovski, tiene unas preciosas vidrieras que ha diseñado un artista en exclusiva para ellos,... merece la pena visitarlo. Estuve comiendo el pasado puente del Pilar y tuve además oportunidad de conocer a Iñigo Gartzía (su jefe de cocina), quien me ofreció una exhibición de las últimas tendencias con hielo seco en la cocina moderna (algo realmente espectacular). En esta ocasión, degusté una cazuelita de salmorejo con virutas de jamón y huevos de codorniz, un exquisito rape y, de postre, un coulant de praliné de avellana con crema inglesa de cardamomo y helado de mandarina.