Llevo 65 críticas en Verema, siempre respetuosas, y esta lo será.
Llegamos a las 14.15 a este clásico establecimiento. Jamás me había pasado lo que contaré. Nos sientan a los 3 en la zona de comida no a la carta (algo que agradecí, dado lo tardío de la hora).
Tardan 20 minutos en venir, ni tan solo a pedir qué queremos (nuestra orden fue, una ensalada verde, una tortilla de calabacín -la hacían muy buena-, un plato combinado para mi hijo y una butifarra, además de agua con gas y coca cola). Ya estuve a un tris de irme por los 20 minutos. Pero aguanté.
La mesa sigue limpia. No traen ni el agua del niño.
Mientras tanto, en la barra, diferentes visitantes son servidos de forma completa, incluyendo platos y bocadillos. A la media hora, siguen sin haber ni tan solo mantel o servilleta. Se lo comentó en voz baja a la camarera que nos ha tomado nota. A cajas destempladas, comenta que "ahora se lo traigo todo". Pasan otros cinco minutos. No hay ni servilletas en la mesa, ni agua, ni nada. La camarera ya ha pasado varias veces a nuestro lado.
Se acabó. Pasados 35 minutos, a las 14.50, con la mesa aún vacía, me levanto y dirigéndome a una camarera más joven, le digo que retire la comanda (que tampoco les supondrá la ruina económica).
Para no volver jamás. Un cero en atención, un cero en educación, un cero absoluto en restauración. Lo siento Ventureta, fuiste otra cosa.