Concretamente está saliendo de Figueres en dirección a la zona del Camp Municipal d'Esports y el Decathlon, se entra por detrás de una gasolinera Repsol.
Se trata de una casa payesa rehabilitada, de grandes dimensiones, con un bonito jardín a la entrada y dedicada también al negocio de bodas. Dispone de varios comedores, con mesas correctamente vestidas. La atención es detallista y amable.
Estuvimos en dos ocasiones. La primera a mediodía. De lunes a viernes disponen de un menú para comer o cenar a 12,90 euros, donde incluye postre, la bebida y el café. Se puede elegir entre gran variedad de primeros y segundos. Yo tomé faves a la catalana y botifarra cassolana. Mi acompañante un arroz a la cazuela (en realidad es un arroz caldoso de pescado). Todo estaba bastante bueno y el precio muy correcto.
La segunda vez acudimos por la noche. Disponen también de un menú a 20 euros, en el que también está incluída la bebida, el postre y el café. De primero tomé unas verduras a la plancha, dispares, algunas bastante buenas y otras no tanto. Mi acompañante probó las patatas ca'l Deu (creo que se llamaban así), unas patatas con relleno, que le gustaron. de segundo, chuletas de cordero y calamar a la plancha. Bien los dos. Como postres, crema catalana, golosa, y una mousse de chocolate.
De bebida, pedí vino y me sacaron una botella de vino de la casa, (no recuerdo la bodega, perdón), un pelín caliente. No se si disponen de otro tipo de copas, pero las que en principio hay en la mesa no son muy allá. Al no ver la carta de vinos no puedo puntuar carta ni servicio.
Local por lo tanto recomendable, tanto por el ambiente y aqrquitectura, como por la relación calidad-precio de los dos menús que probamos. En el precio por persona reseño el más alto, el del menú de 20 euros.