Vistas espectaculares

Después de la Pandemia un restaurante con estas vistas, igual que el chiringuito del Garraf, está muy lleno, y hay que darse prisa por los turnos, pero sus vistas son espectaculares. La atención buena y eso que siempre está lleno, pero sin aconsejar sobre los platos y sobre todo los vinos, van a tope...Hacen de tripas corazón. Y la comida muy marinera bastante buena. Una paella marinera en su punto regado con un Ars blanc de noir. Los vinos carta justa pero correcta. Un poco caro, la relación calidad precio es un poco alta, más que en el chiringuito. Te ofrecen el jamón , sin decir que es 5 jotas, y sin darte cuenta del precio. Efectivamente en la carta lo pone, pero parece que lo ofrecen insistentemente en todas las mesas. De todas formas es un placer y disfrute, sobre todo por las vistas.