Reservamos y llegamos a la hora pactada (20:30). Nos encontramos la persiana a medio bajar, pasamos tras esperar a las 20:40 y el camarero que nos da "la bienvenida" no se ha puesto la chaquetilla (cosa que hace delante de nosotros).

Nos pasan arriba por una escalera que parece extraño que este homologada por seguridad (40-50 cm?¿?¿) y no tienen el AACC puesto (a 7 de agosto en barcelona es necesario ...).

La oferta de platos muy correcta, pedimos tartar de atun y variados de sushi y sashimi. La carta de vinos es un horror (viña sol, marques de caceres ..) pedimos cerveza ( japonesas nos indicaron 2 solo). Mas tarde pedimos un variado de makis y un postre de chocolate prefabricado (?¿) para compartir (no tenian mochis p.ej ni nada que pareciese minimanente casero).

La comida en este restaurante japonés es de muy buena calidad. Tiene una barra de sushi, zona de mesas y tatamis. Siempre suele estar bastante lleno, por lo que lo mejor es reservar. La relación calidad precio es impresionante. Es muy recomendable, nosotros siempre que podemos nos acercamos. Y para los que no les guste el pescado crudo hay muchísimos platos cocinados que probar.