Restaurante sidreria en el corazon financiero de Madrid, como curiosidad nada más llegar te recibe el aparcacoches vestido con traje regional (original), la decoración de la sidreria esta basada en trasportarte al norte de España, cualquier pueblo pesquero de Asturias, con los barriles y ante todo las pallozas.
Cuatro comensales sentados en mesa, se acerca un camarero y nos deja unas aceitunas y chistorra en modo aperitivo con la sidra y cerveza. Entrantes, pedimos teitu basado en patatas fritas cubiertas de jamon, pimientos de padron y huevos, croquetas paisanas y pulpo. Aqui es donde nos damos cuenta que les interesa más la cantidad que la calidad. Como plato principal solomillo al cabrales, aprobado.
Bodega que no sorprende, con referencias de las principales denominaciones de origen.
Terminamos con cafes sin postre, invitación de licores por parte de la casa.
En los puntos negativos hay que hacer mención al enorme ruido que suele haber y el servicio ya que no suele estar a la altura,en cuanto al precio, es demasiado alto para la calidad ofertada. Como referencia el picoteo en barra puede ser una opción si se pasa por ahí.
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