Restaurante ubicado en el barrio de Chamberi, con una decoración clasica pero correcta, este restaurante esta basado en una cocina tradicional casera.
Reserva de 6 personas, buena recepcion y ubicación en mesa amplia. Aperitivo de chistorra, cervecitas y alguna manzanilla. Es muy cursioso el tema de la carta, no existe, se acerca el camarero (verdaderamente simpatico) y comienza indicando los entrantes que podemos degustar en el día de hoy ( aproximadamente 30 entrantes y 30 segundos), espectacular la ensaladilla rusa.Indicar que en este restaurante destacan los platos de cuchara como el marmitako de atun, los callos con garbanzos, los judiones..... En platos principales destacar la codorniz deshuesada rellena de hongos y foie.
Bodega donde predominan Riojas y Riberas subidos de precio, nos decantamos por vinito del Bierzo Tilenus, temperatura adecuada y servicio correcto.
Nadie degusto postre alguno, invitación de Gin Tonic de Bombay Sapphire por parte de la casa.