Es un buen restaurante que ha mejorado notablemente la carta y el servicio, ofrece u ecelente servicio con una buena carta actualmente a precios muy competitivos en el corazon de la ciudad enfrente del Palau de la Musica, recomendable todos los dias de la semana.

Excelente restaurante de cocicna mediterranea, con amplia gama de arroces y pescado. Inmejorable situacion enfrente del palau de la Musica y a 500 metros de la Ciudad de las Artes y las Ciencias

Frente a criticas anteriores me atreveria a decir que se trata de un local,nuevo,sencillo y con nua decoración simple.
su cocina cumple requisitos típicos de la cocina mediterranea y de mercado.en comparativa con resturantes como casa roberto,mergado,chimo saez,que son restaurantes de la zona y los cuales e visitado, tambien me atreveria a comparar de acuerdo con la calidad de sus platos y presentación.pero lo mas destacado es su buen equilibrio calidad-precio.
la carta de vinos dispone de una gran variedad desde vinos comunes y economicos(supeditados a la demanda de la zona) hasta vinos mas selectos.
el servicio es profecional y agradable.
es un estaurate joven con buenas espectativas de lo que es la gastronomia mediterranea,sabria decir a ciencia cierta que cualquier conocedor y con buen gusto incontraria este restaurante apto para degustar de su carta

Somos clientes habituales, muy aficionados a la gastronomía y críticos en nuestras conclusiones, a este local nos encanta ir, desde que entras se respira el buen gusto, buena atención, simpatía y la clase de cocina y servicio que uno espera de jóvenes emprendedores, con ganas de agradar, se nota que les gusta y lo transmiten con cada detalle.
Solemos pedir carnes, dado lo sugerente de su carta, que te aventura a pedir, no te defraudan, se superan con el confit de pato, justo en su punto, también hemos probado sus arroces, es difícil que un restaurante logre ese toque tradicional, y me quito el sombrero ante ellos, sobre todo el orginal de setas, magret y foié, te atienden como si tu aprobación fuera moneda de pago.
Siempre salimos con una gran satisfacción, animamos a que lo prueben, y no entendemos que alguien salga insatisfecho

Local de ambiente neoclásico pero sin estilo.
Se anuncia como cocina mediterránea.
Tomamos como entrantes unas setas de temporada, pasadas de cocción y demasiado aceitosas y unos crujientes de manitas de cerdo sosos y con una presentación muy pobre.
Los segundos son muy poco sugestivos, magret, entrecot con salsa de setas,..nos decidimos por un cofit, de textura estropajosa y presentación un tanto fúnebre, el solomillo sin duda lo mejor de la cena, lo cual no es mucho. No nos atrevimos a prolongar la experiencia con los postres.
La carta de vinos es practicamente inexistente, más acorde con un merendero de playa que con un restaurante que intenta abrirse un hueco.
Toda una aventura por 30 € por cabeza vino aparte.