Primer día en Cantabria, disfrutando de los magníficos paisajes que se divisaban desde nuestra terraza del hotel de Isla Playa en el que estuvimos alojados y sin muchas ganas de movernos de la zona tras el largo viaje efectuado desde Galicia. Así pues decidimos ir a cenar al restaurante del hotel, cuyo nombre es Maria Luisa.

Un restaurante de cocina tradicional con vivero propio de langostas, nécoras y bogavantes en los bajos del hotel, bañados por las mareas cantábricas,  que en principio te animan a visitarlo.

La sala del comedor es muy grande, con las mesas no muy bien separadas las unas de las otras (aplicación estricta de las normas sanitarias para la Covid 19), éstas están bien vestidas con manteles llegando hasta el suelo, vajilla y cubertería contemporánea y cristalería totalmente inadecuada a cambiar con urgencia. El servicio de sala formado por jóvenes inexpertos es verdaderamente lamentable, lo único que pueden aportar es la simpatía y la buena voluntad, si la tienen, porque salta a los ojos que no tienen ninguna formación. El servicio del vino es inexistente, no saben ni lo que tienen en su corta carta, se ciñó al descorche de la botella, no sin dificultad, y a servir directamente, sin cata previa.

Nos situaron en una mesa junto a un ventanal con vistas al mar, tras discutir con no se cuanto personas de la sala para conseguirlo, pues aunque la mesa no estaba reservada, querían ubicarnos en el centro de la sala... vaya vd a saber.

El producto por el contrario es de muy buena calidad y esto lo podréis leer en mi descripción de los platos.

Cenamos a la carta y lo compartimos todo en el centro de la mesa  :

Anchoas de Mingo Selección Oro. 14 filetes de anchoas de Santoña en aceite de oliva, de buen tamaño y muy buenas.

Ensalada de tomate de Isla con cebolla. Muy gustosa y con sabor a tomate de verdad. Muy buena

Langosta del Cantabrico a la plancha de 1,290 Kg. Primeramente nos la presentaron viva, después antes de emplatar, a continuación "emplatada"(verdadera masacre, que hicieron delante nuestro con una cuchara... a punto estuvo de volar por los aires... ) y resto para emplatar ( les pedí que no continuasen...). Solicité para preparar el resto que quedaba que nos trajesen pinzas,( lo único que tenían eran verdaderos cascanueces y súper usados), y un tenedor especial para preparar langostas, que tampoco tenian. Nos apañamos como pudimos.

Todo esto me pareció muy difícil de entender... el producto faro del restaurante y nadie sabe prepararlo

Debo decir a favor de la langosta que estaba deliciosa, un producto top.

El pan que nos sirvieron fue un panecillo congelado y de baja calidad.

Para beber, tomamos una botella de vino blanco joven Mar de Frades 2019 DO Rias Baixas, Cepajes 100% Albariño. Vino fresco, potente y largo en boca pero con una gran acidez que no me convenció.

No tomamos ni postres ni cafés.

La cuenta ascendió a 86,05 €/persona. RCP Correcta. Por una langosta buena, pero mal servida me parece un precio un poco pasado, el resto de platos no puede considerarse que formen parte de una cocina elaborada. No volveremos y no me atrevería a recomendarlo.

Restaurante muy recomendable para disfrutar de una comida muy agradable, de calidad, a un precio razonablemente ajustado, con un servicio de 10, con unas vistas extraordinarias a la ria de Quejo.

Disfrutamos de la siguiente comida por 91 €:

*Anchoas con aceite de Jamón Ibérico y Pimientos de Isla
*Lomo de Rodaballo con salsa de hongos
*Lomo de Bacalao confitado con verduritas
*Pastel al horno de queso fresco de Guriezo
*Botella de agua mineral y agua con gas
*Cafés y aguas

Toamos un excelente Viña Tondonia (23 €).

La comida fue excelente. Las anchoas eran de primera, el pescado estuvo muy bien (el bacalao estaba cocinado al punto) y el pastel de queso fue un excelente colofón.

A resaltar lo excelente del servicio. Muy amable y correctísimo en todo momento. Un sitio para volver.

El pasado 8 de septiembre estuvimos cenando tres personas en el restaurante Maria Luisa, dentro de las instalaciones del hotel Olimpo.
Degustamos, a base de picoteo, varios platos: Una ración de rape, bonito en escabeche, rabas y almejas a la marinera.
Regamos la comida con un Bodegas Lan, Reserva del 2004.
No tomamos postre y nos ivitaron al café.
Buen servicio, en un emplazamiento adecuado.
Más o menos salimos a 32 €/persona.