Mi opción preferida en Andorra
Descubrimiento de este diminuto restaurante, en el casco antiguo y apartado de la zona mas comercial. Lo primero, de todo, siempre reservar, preferentemente mas de un día antes.
El local me lo imagino un frío día de invierno, nevando, buf tiene que ser una delicia porque tiene un ambiente perfecto para un día asi.
El menu consta de un primero un segundo y postre, todavía me pregunto como Eugenio consiguió acabar con el tercer plato ;)).Vino de la casa servido en jarrita de Barro, muy digno para entrar en un menu de coste tan ajustado.
Timbal de escalibada, muy rico, ensalada de alubias, fenomenal
, de segundo carrilleras estofadas, flan casero, todo muy bueno, así como el pan y el aceite y unas pequeñísimas aceitunas de cortesía.
Para los niños macarrones, los probé
Y vamos en su linea todo buenísimo
Cocina casera de alta calidad, muy recomendable, la propietaria, tambien acompaña con todo, en resumen, ya tengo sitio preferido para comer en Andorra?
Salu2