No lo tenía muy claro, después del cierre de Lluçanès. Pero sí, sigue abierto y más o menos igual que la última vez. Fui a mediodía con unos extranjeros amigos de un amigo. Fue la segunda opción y estuvo bien. Disponen de un menú de unos 13,50€ bastante corrientito. Optamos por tomar algo ligero:
- Patatas bravas (5,95€) - Bien. Ración escasa para lo que cuesta.
- Bomba (4,50€) - No picaba. Bien. Tamaño reducido. Mucha salsa.
- Croquetas de boletus edulis - Empanado algo blando. Sabrosas. Ración de 5 uds.
- Habitas con setas y jamón - Raras, raras. Probé un poco y lo dejé. Sobró media ración. Parece que no convenció a nadie. Sabor algo agrio.
Tomamos una copa de Auzells servida con la temparatura algo justa y demasiado pronto, bastante antes de que llegase la primera de las tapas y cuando todavía nos quedaba medio refresco.
El primer camarero no hablaba, ni entendía catalán. Con el castellano, algo mejor.
Me ha parecido bastante desangelado. La carta ha cambiado, no sé exactamente cómo, por qué, para qué... pero no me ha dado la misma impresión que en otras visitas... No sé definirlo, pero no me he sentido lo a gusto que esperaba.
No pagué yo, por eso sólo he puesto los precios de los platos que aparecen en su página web. Por lo que recuerdo, en general, me pareció bastante subidito de precio para lo que dan.
No se si ahora lo lleva Francesc Miralles en solitario...
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.