Cocina del norte

Tras la buen experiencia en el local de Benimaclet, se abrió este restaurante como prolongación del proyecto de los hermanos astúres buscando el centro de Valencia y en una zona de "alto rendimiento" (y competencia) como es la zona de Cánovas.

El local tiene tipo tubo dese la entrada con barra a la izquierda seguida de mesas de 4, y fila de mesas de parejas a la derecha con pasillo central hasta el fondo. Un total de 40-50 plazas aproximadamente y que se llenó por completo con ambiente familiar de doimingo. En la barra con bebidas uno de los jefes y en sala, Miguel al mando y dos compañeros más con mucha voluntad hacen que el servicio sea muy rápido, incluso anticipandose a la demanda.

Decoracion en pared con algo de piedra y mucha madera en suelo y también en mesas y sillas que son cómodas y situadas espalda con esplada por lo que aunque el espacio está aprovechado al máximo, no molesta la cercanía. Copas correctas, buen cambio de cubiertos y platos.

Carta de comidas con bastantes opciones de tapas y raciones todas orientadas a cocina asturiana pero también vasco-navarra, algunas ensaladas y verduras, dos platos de cuchara (fabada recomendable y arroz, unos pescados y raciones de queso y de ibéricos, un aparte para las carnes interesantes; también opciones para grupo y menús. Carta de vinos aparte con bastantes opciones y algunos por copas y por supuesto opciones de sidras con un curioso aparato para servirla escanciada sobre la mesa y sin caer al suelo, siendo muy práctica aunque de mejorable estética.

Con la intención de probar una de las dos opciones de cachopo presentes en carta y premiado recientemente, me aconsejan con razón sólo algo ligero de entrada y opto por un par de buenas anchoas con buen tamaño, bien de punto de sal, con ligera base de aceite y tomate con un buen pan loncheado. Ante una muy leve espera por la preparación en cocina (las anchoas se sirvieron ipso facto) traen unas olivas por cortesía.

A continuación el cachopo, único en cocina hoy, cachopo de ternera gallega relleno de lacón braseado y queso Provolone. La ración es amplia, aconsejable para compartir al menos dos personas (con unos entrantes previos). El lacón estaba algo seco a pesar del complemento de queso fundido. Acompañaban unas patatas fritas caseras y un par de pimientos rojos braseados.

De postre un canelo (galleta tostada de canela) crujiente con crema helada de arroz con leche, bien presentado con una teja de caramelo. Buena presentación aunque con un exceso de complementos de sirope/mermeladas que saturan más que aportan.

Para beber una copa de Dominio de Calles 2014, servido en mesa previo dado a probar. Muy bien.

Un café servido de taza de propaganda (¿será necesario?) y un chupito, crema de orujo, ofrecido por la casa.

Se quedan en el tintero muchas opciones interesantes: fabada, txuletón de ternera gallega, pastel de cabracho,tortilla de bacalao, un buen jamón al corte, tabla de quesos...