El pasado puente del 1 de Noviembre, lo pasamos en el  Baix Empordà (Girona) y nos alojamos en el Hotel Mas Tapiolas, cuyo restaurante, abierto al publico en general, es el que voy a describir a continuación.

Este  está situado en la parte noble mas antigua del hotel, por cierto este último es muy recomendable para los amantes de la naturaleza,  pues está ubicado dentro del bonito valle de Solius, rodeado de parques naturales... , del golf, con un pitch & putt ...,  de la decoración, del diseño, del pequeño detalle. Posee también  un SPA & Wellness y una piscina exterior, y además ofrece unos desayunos excelentes. Un verdadero hotel con encanto. Pero volvamos a lo que nos incumbe en este comentario, que es el restaurante. Ubicado en una masia construida en el 1235, muy bien reformada y decorada, que mantiene el encanto de la estructura y de la decoración de antaño. El restaurante, se extiende por diferentes pequeños salones lo que le confiere intimidad y elegancia, es muy acogedor. Nosotros cenamos en él dos noches, que voy a relatar en este mismo comentario.

Las mesas están bien vestidas, bastante bien separadas las unas de las otras, buena vajilla y cubertería, copas correctas, aunque deberían mejorarse. El servicio de sala,  dirigido por Jordi Salagaray fue bueno en ambas ocasiones. Este ejerce como maître y sumiller, pero no lo vimos en ninguna de las dos cenas.  El servicio del vino fue también bueno. Las dos veces nos atendió el mismo camarero y consistió en descorche, primera cata, y servicio permanente (casi exagerado). La carta de vinos está muy bien confeccionada, indicando para cada uno de ellos, bodega, cepajes y tratamiento, tiene mas de 120 referencias, todas peninsulares, excepto los champagnes, y en su mayoría (60%) son de DO catalanas. Los precios son muy comedidos.

Al frente de los fogones está el Chef Josep Ayats, que efectúa una cocina catalana mas bien tradicional, con ciertos toques personales, pero que no me emocionó. Ambos días cenamos a la carta, pues actualmente no disponen de menú degustación.

Paso a describir lo que cenamos el 31 de octubre 

Como aperitivo nos sirvieron, para beber un cóctel de cava, mantequilla salada y unos Pintxos de musclos i vieires Pintxos de mejillones y vieiras, que en realidad no eran vieiras, eran lo que en Francia llamamos "pétoncles".  Sin ningún sabor.  

Como entrantes tomamos :

Tartar tebi de gambes i vieires Tartar templado de gambas y vieiras, con una presentación inusual que recordaba mas a un tartar  de buey que al de gambas y vieiras. MC lo encontró bueno, sin mas.

Espaguetis de calamar amb musclos i escopinyes amb salsa de tinta Espaguetis de calamar con mejillones y berberechos. Estaba bueno, sin nada mas que añadir.

De segundos tomamos :

Llamantol al Grill Bogavante a la plancha, presentado partido por la mitad y acompañado de una ensalada verde, por cierto sin ningún tipo de aliño. El crustáceo, de color rojizo, era de tipo americano y provenía  del vivero del chef. Bueno.

Turbot grillé amb arròs negre i el seu txangurro Rodaballo asado con arroz negro y su txangurro, el pescado algo pasado de cocción para mi gusto y el txangurro muy bueno, el arroz un poco pastoso.

No tomamos postre.  Finalizamos con dos cafés.

Para beber optamos por un vino blanco crianza  Blanc de Gresa 2015 DO Empordà . Celler Vinyes d'Olivardots (Capmany), cepajes Garnatxa Blanca 46%, Garnatxa roja 30%, Samsó blanc 24%. Viñas viejas de entre 90 y 110 años. Las garnachas han fermentado y hecho una crianza durante 8 meses en barricas nuevas de roble francés de 500 l, con bâtonnage. El Samsó (La cariñena blanca) ha sido vinificado en tina de inoxidable a baja temperatura permaneciendo en contacto con sus lías hasta el ensamblaje. Me pareció muy elegante, con carácter, volumen y con un final largo en boca. Nos gustó.

El dia 02 de noviembre cenamos :

Como aperitivo nos sirvieron nuevamente un cóctel de cava,  mantequilla salada y unos vasitos de caldo, que estaban buenos.

Como entrantes pedimos :

Sopa tradicional de peix del Mediterrani Sopa tradicional de pescado del mediterráneo, servida en el plato, a base de berberechos, mejillones, rape y mucho pan. MC la encontró buena, pero hubiera preferido mas pescado y un poco menos de pan.

(Las fotos de los siguientes platos aparecerán en el primer comentario de la valoración debido a que Verema solo permite publicar 6 links de fotos directas en cada valoración)

Les nostres verdures a la brasa amb romesco .Nuestras verduras a la brasa con romesco. Disponen de un huerto propio. Puro producto asado en su punto. Bueno

De segundos tomamos :

Llenguado al grill . Lenguado a la brasa, (olvidamos de hacer la foto), limpiado y preparado por el camarero antes de servirlo, pero presentado sin cabeza, acompañado de una ensalada, sin ningún tipo de aliño. MC tuvo que pedir que le trajesen aceite y sal. Lo encontró bueno pero algo pasado de cocción.

Bacallà confitat amb estofat de mongetes del Ganxet i xistorra . Bacalao confitado con estofado de judias del Ganxet y chistorra . Buen plato de cuchara aunque hubiese comido mas.

Para beber tomamos un viejo conocido, un vino blanco con crianza Masia Carreras 2014 DO Empordà . Celler Marti i Fabra, Sant Climent Sescebes, Cepajes : Garnatxa blanca, Picapoll, Carinyena blanca, Carinyena roja, Garnatxa gris. Envejecido durante 12 meses en barricas de roble francés. Vino de color dorado intenso, muy potente, fresco, con muy buena acidez, redondo, sabroso, muy largo en boca. Acompaño perfectamente la cena.

No tomamos postre, con los cafés nos sirvieron los tradicionales dulces del 1 de noviembre en Cataluña :  panellets, boniatos y castañas . Estas últimas, frías, estaban ligeramente incomibles.

El pan que acompaño las dos cenas, no merece mención especial.

La cuenta de la primera noche ascendió a 64€/persona y la de la segunda a 46,25 €, lo que nos da una media de 55,12 € /persona. RCP correcta. Cocina de sustento de buena calidad. Recomendable si uno está alojado en este estupendo hotel (nota : 9/10) y no tiene ganas de moverse. Si volvemos, que es muy posible,  seguramente visitaremos el restaurante una noche (no dos). No lo recomendaría para ir expresamente, sobre todo con las buenas direcciones gastronómicas que hay por los alrededores.

En medio de un entorno privilegiado se localiza este pequeño restuarante perteneciente al Hotel Mas Tapiolas. La sala se encuentra en una imponente masia del siglo XVIII creo recordar decorada de forma clásica y llena de pequeñas salas privadas ideal para comer en grupos reducidos. El trato del personal increible, profesional, atento y muy amable. De primero nos sirvieron un pica de bienvenida con mantequilla con sal, fuet tipico de la zona y una tostadita de paté de jabalí hecho en casa. De primero compartimos un tartar de ternera increible y una ensalada de la huerta de la casa. Da gusto que aún existan restaurantes con servicio de camarero. De segundo un filete a la sal estupendo. Lo más flojo los postres, comimos un biscuit glacé muy bueno pero falta un poco de sofisticación. El servicio del vino muy correcto, manteleria y servicio de mesa muy acorde para un restaurante de esa categoria. En fin repetiremos seguro ya que cada mes realizan cambian las sugerencias en función de la temporada.

Restaurant perteneciente al Hotel de mismo nombre.Esta enclavado en plena naturaleza lo que le otorga un plus a su favor.Su carta se basa en platos tipicos de la cocina catalana con ciertos toques modernos con otros de la denominada cocina de autor.El recibimiento en la sala muy bueno preocupandose por nosotros en cada momento.La separacion de mesas es correcta,la cuberteria,buena y el coperio acorde con el Restaurant.Para empezar nos pusieron un pica de mantequillas,olivas,calamarcitos romana y fuet de la zona,todo muy bueno.Para empezar nos ofrecieron distintos tipos de panes.Tomamos Jamon Iberico con pan de coca,muy bueno.De segundos Merluza En Salsa Verde,buena, y Entrecot De Vedella,en perfecto punto.De postres Sorbete de Menta,muy bueno y el tipico Biscuit Glace con Chocolate,buenísimo.Para beber agua, cafes y petit fours a cargo de la casa.Merece la pena conocerlo.