Inmenso salón de comidas repleto de chinos y chinas a todas horas, donde sirven, quizás, los mejores Domplings de la ciudad... (aunque hay tantas opciones en China Town que probablemente sea decir demasiado).

El Jing Fong es toda una experiencia:

Merece infinitamente la pena llegar prontito. Sobre las 13:00, pues es cuando más variedad de domplings hay y más frescos están. El trato es... como definirlo: ¿austero?, ¿borde?, ¿rudo?... y chino. Nadie habla inglés (casi nadie) y nadie se esfuerza por entenderte, o saludarte o sonreírte. Las camareras van pasando a lo largo de las decenas de mesas (compartidas) ofreciendo cocinar lo que llevan en sus carritos: domplings, entrantes de todo tipo, cosas "muy raras" (obviamente para un occidental cualquiera cuya inmersión en cocina china no pasa del chino de la esquina o cualquier otro chino español) y otras cosas más raras aún (Idem)... Así pues, no queda más que señalar con el dedo y esperar la preparación de tu comanda. Eso sí, si eres un pelín escrupuloso, No mires mucho el interior de lo que te hayan puesto, no preguntas y Come.

Si te levantas, en medio del salón podrás encontrar una mesa Buffé con tallarines, arroz y otras elaboraciones... a cada cual más rara, pero muy sabrosas.

Suelen celebrarse bodas, comidas de empresas, etc en el mismo salón, en una especie de apartado. Se entra mediante unas escaleras mecánicas. Se sirve té verde para comer. Ni te preguntan. Te lo ponen casi directamente. Lo mejor es dejarse llevar.

Quizás el mejor consejo que se puede dar es preguntar a los comensales sentados en tu misma mesa.

Si has tenido suerte, repetirás al día siguiente seguro; pues el precio de todo es ridículo para NYC. Recuerdo que comimos 2 personas por menos de 15 dólares. Si no has acertado, siempre podrás volver a intentarlo. Desde luego EMHO, visita obligada... (aunque es cierto que hay tantas obligadas en NYC, que ir a todas se hace imposible)