Cuando nos apetece sushi es nuestra primera opción.
La amabilidad de todo el personal y la calidad de los platos es sobresaliente.
Solo por los platos de sushi vale la pena pedir el buffet, no me he sentado a la barra del teppanyaki, pero para quien le guste el espectáculo que no lo deje pasar.

Estando el Osaka desde hace bastante tiempo de tan capa caída, nos animamos a buscar otros sitios con sushi que no se disparasen de precio. Entramos con miedo y quizá por eso salimos tan satisfechos, y yo volví al poco. Quede claro que tienen poca variedad de sushi (no, no salmón) y que es un buffet libre estilo Osaka talmente (13,95+IVA y bebida por las noches, servicio muy atento, escasa oferta de vinos) sin ser propiamente un japonés sino un japonés occidentalizado con tendencias hacia China, pero el caso es que el poco sushi que tienen, está muy bueno en relación con el precio. Y el teppanyaki la verdad es que lo trabajan muy bien (insisto: para el precio) y hay variedad. Sopa de miso también recomendable, así como wan-tun, y témpura aceptable y disfrutable. Destaca el hecho de que se cuide el traer cada salsa adecuada para el plato que toque (más o menos). En definitiva, un sitio para cuando se tiene "mono" de oriental y no ganas de gastar demasiado dinero. Tarde o temprano, me temo, se desgastará. O no. Al tiempo. Ah, el sake está tomable y lo sirven como se tiene que servir: tibio-caliente y dejándolo en la mesa para escanciar al gusto. Me agradó el detalle.