Buenas pizzas

Es un restaurante pizzeria enfocado al turista y sin ninguna pretensión gastronómica de altura. Saca mesas a la plaza que en verano se hace muy agradable. Dentro tiene la barra al entrar y el comedor a la derecha. Salón grande, de mesas relativamente juntas, escandaloso, de bar.

Se pueden desgustar platos típicos y platos combinados normales, pero por donde destaca es por sus pizzas. Bien realizadas y con la masa finita, ingredientes típicos bien seleccionados o la posibilidad de, con base margarita, elegirlos tu.

el servicio deja mucho que desear, nada atento, temporal, sin niguna profesionalidad, crean una confusión digna de estudio con el local lleno (que se llena). La cocina es lentísima tambien.

Como hemos estado varias veces (porque a los chavales les gusta ir por las pizzas), no voy a poner una descripción de lo comido en una visita concreta, solo apuntar que la comida está bien y los precios son muy medidos. Las pizzas van desde lo 7 y pico a casi los 10 euros y el tamaño es correcto tirando a grande.

Tienen una carta de vino muy sencilla, con referencias sencillas de la Rioja y Ribera y los conocidos Lambruscos, Peñascal, Mateus, etc. Te lo traen fresquito, te lo abren y lo dejan en una cubitera. Las copas son correctas.

Sitio informal para comer una pizza con los nanos al fresquito.