Fuimos a comer a este restaurante, situado en un segundo piso, tras haber leído buenas críticas en otras páginas, y la verdad es que acertamos plenamente.
Pedimos media ración de quesos y una ensalada verde de primero. Luego nos metimos entre pecho y espalda un cocido liebanés con su sopa de fideos y sus garbanzos con carne (para uno) y mi pareja tomó un entrecot de buey con patatas y pimientos del piquillo. La carne simplemente espectacular.
Postre de huevo (canónigos creo que era), correcto. Cafés muy buenos. Vino bien servido, buenas copas, buena temperatura. Un vino de la zona, muy normalito.
Lugar para repetir. Y además muy bien de precio, todo lo anterior, con vinos y una caña previa, por 59 €.
De potes lo conocemos casi todo, a este fuimos por recomendación de un lugareño, ya que apenas lleva abierto algo mas de un año.
El local está en una casona muy antigua, de esas solariegas, en la misma calle principal, y se accede desde el portal subiendo las escaleras al segundo piso donde encontramos los aseos y una barra de bar, y con un piso mas, llegamos a la buhardilla donde se ha conformado el local, que en conjunto resulta bastante agradable combinando las maderas en techos y suelos y la piedra. Tienen la bodega de vinos acristalada a la vista en la sala y las mesas correctamente vestidas de mantlerias y coperio. Mesas bien separadas y servicio joven y atento, aunque bastante novato.
Al centro tomamos Pulpo a la Gallega estupendo tanto este como las patatas y unas Anchoas de Santoña con pimientos y queso sencillamente extraordinarias.
Segundos Bacalao con tomate que aunque rico, le preguntamos a la camarera si era fresco y se pidió por su respuesta afirmativa, pero era salado aunque de buena calidad. El resto Entrecote de Buey de lo mejor que he tomado por la zona, muy bien de punto y magnífica ración.
De postres unos Canónigos que tambien se pueden calificar como los mejores de la zona, y helados de coco y limón (apetecian pues el verano y la carne nos metió en temperatura).
Cafes y Te del Puerto y orujos.
Los vinos: tienen una carta relativamente extensa para lo que se puede encontrar en la zona, así están centrados como todos en Riberas y Riojas, con referencias de algunos vinos de la zona, Liébana, y luego encuentras otras denominaciones de origen con menor número de entradas.
Vino descorchado en mesa, a la temperatura, copas correctas, el servicio consiste en la presentación, descorche en mesa, cata y dejan la botella. Tomamos un Dinastía Vivando Crianza no recuero la añada pero estaba impresionante.
Muy recomendable.