Después de un par de veranos sin ir a este restaurante (antes solíamos ir de vez en cuando), decidimos acudir 2 parejas a degustar el Menú de las jornadas de la "Tomata de penjar", que se celabra cada año en octubre en Alcalà de Xivert i Alcossebre. Son menús dedicados a esta variedad de tomate que se cultiva en un paraje de huertas que se extienden entre el mar y la montaña, rico en aguas cuyo nivel de sal es el preciso para otorgarle a estos tomates su particular sabor.

Nada que añadir al local que no se haya dicho: muy bien situado en lo alto de la montaña y con unas vistas epectaculares sobre la costa. Aforo acorde a las limitaciones y separación entre mesas adecuada. La mesa bien vestida, como siempre muy amables en el trato de la gente. Si que quiero hacer notar que he observado una evolución en su cocina y también el los emplatados. La propuesta de menú era muy atractiva, por un precio de 38 €, bebida y café no incluidos.

Antes de proceder al menú nos sirven unas rebanadas de pan tostado, y unos tomates de penjar, ajso y aceite para hacernos unas tostaditas (detalle)

El menú fue el siguiente:

- Nuestro crujiente de "coca de tomata de penjar" sobre parmentier de patata a la brasa con salsa de tomata de penjat y albahaca. Presentación muy cuidad y atractiva: la masa de la coca, muy fina, se presenta enrollada y en su interior contiene el relleno de la coca. Muy rico y muy bien presentado (aquí es donde notamos ya ese plus en el emplatado)

- Boquerón relleno de gamba, lecho de "tartar de tomata de penjar", queso fresco D.O. Castellón y reducción de vinagre balsámico con frutos secos y fruta deshidratada. Se presenta un boqueron abierto relleno de la gamba y después rebozado. Muy sabroso.Muy original emplatado en una botella de cava partida longitudinalmente.

- Vieira en vinagreta de almendra, tomillo y tomata de penjar emulsionado con crema de albariño y huevas de trucha. Una vieira marcada a la plancha, con un acompañamiento acorde que potenciaba su sabor.

- Dado de atún sobre salmorejo de tomata de penjar, botones de guacamole y salsa teriyaki. Un buen corte de atún, con buen punto de cocción.

- Canelón de pollo "by Pinar", en bechamel de trufa, sobre gelatina de tomata de penjar y esencia de Pedro Ximénez. Muy rico, deseando que no se acabara (aunque menos mal que sirven solo medio canelón, sino sería imposible acabar con el menú). La bechamel con trufa exquisita.

- Bacalao confitado a baja temperatura, mermelada de agua de tomata de penjar y allioli de manzana. Un buen taco de bacalao, de buena calidad, con un punto perfecto de cocción al que acompañan con una teja de jamón.

- Sorbete helado de tomata de penjar y albahaca. Curiosa presentación de este sorbete, muy conseguido su sabor con el toque de dulzor preciso.

- Solomillo de cerdo ibérico, salteadode setas variadas con calamar y tomata de penjar deshidratada. Plato contundente, con una carne muy tierna, que combina prefectamente con las setas y las rodajas de clamar (un "mar y montaña"). El tomate de penjar seco es un plus.

- Tarta de queso, y fusión de tomata de penjar y frutos rojos. Un rica tarta de queso (quizás un pelín más de horno le hubiera ido bien, ya que me gusta un poco más tostada), la infusión de tomate con frutos rojos combinaba a la perfección.

Para beber 1 botella de agua grande, un txacolí Marko 2019 de Oxer Wines ( 55% Hondarrabi zuri zerratia, 40% Hondarribi zuri, 5% Izkiriota handia), fresco, interesante, aromático. Después un tinto de Ribera del Duero, Lagar de Isilla crianza 2018. Servidos a temperatura correcta, aunque las copas son muy mejorables (no estan a la altura del resto). Cafés e infusiones.

En resumen una muy buena experiencia con una buena RCP.

Conozco este restaurante hace ya algunos años, y he de decir que me gusta y, a mi nunca me ha defraudado. Acudimos 3 comensales tras una reunión. Nos sitúan en una mesa amplia, bien vestida, y además a pesar de ser un día muy caluroso allí, en altura, se está muy bien (corre un vientecillo de lo mas agradable). De entrantes pedimos su ya conocido carpacccio de gambas con un aliño muy suave (muy rico), que sirven con rebanaditas de pan tostado, mantequilla y un pequeño cuenco con sucedáneo de caviar. Como había un foráneo, pedimos "esgarraet" magníficamente presentado con un bacalao buenísimo. Por cortesía nos invitaron a un erizo de mar gratinado (quizás con exceso de bechamel que enmascaraba el sabor). De plato principal habíamos pedido un arroz del "senyoret", servido en la paellera al centro: un punto de cocción del arroz perfecto y un sabor potente, además contenía unas gambas peladas de tamaño considerable (uno de los comensales dijo que hacia mucho tiempo que no recordaba un arroz tan bueno).
De postres pedimos 3 diferentes: tarta de queso, cremoso de higos y una tarta tatín con helado de vainilla ( todos ricos). Para beber un godello, Gaba do Xil, servido a buena temperatura y con cubitera (las copas claramente mejorables) y agua. Café. Nos ofrecieron algún licor (que declinamos pues teníamos que conducir). Hicimos sobremesa sin que nadie nos agobiara. En resumen, un sitio muy agradable, con un trato muy amable y cercano. Para volver.

Sin lugar a dudas el emplazamiento de este restaurante es su mejor activo. Fuimos en el mes de agosto y la afluencia era masiva, no ir sin haber reservado. A medida que se va desarrollando la comida, en nuestro caso la cena, va disminuyendo el atractivo de este restaurante. Te sirven con prisa debido a la cantidad de gente que tienen esperando, rozando lo incómodo ya que sientes como si te quisieran echar para en menos de dos minutos volver a ocupar la mesa.
La comida, pese a la lectura de la carta, es un quiero y no puedo y a pesar de que no había nada malo, no dejan de ser platos algunos sospechosamente parecidos a los congelados de bofrost o la sirena, o directamente de bote (alcachofas, judías verdes de acompañamiento...).
Ya digo, que si no fuera por las muy bonitas vistas de alcoceber desde la montaña en la que se encuentra este restaurante, jo dejaría de ser un restaurante más.
Recomiendo ir a tomar algo en la barra (de beber porque no creo que tengan raciones) y ver las vistas.