Regular

Restaurante nipón en la capital madrileña, inaugurado en el 2006 y de nombre poco comercial, que ofrece una cocina de mercado con incorporación de elaboraciones y productos occidentales (solomillo, secreto)
El local es minimalista y está organizado en pequeños reservados.
La amabilidad del servicio depende del camarero que te toque, los orientales muy amables, sin embargo, la chica que nos atendio en alguna ocasion, bastante antipatica, incluso ni siquiera nos miraba a los ojos cuando nos hablaba. Pienso que alguien así, no debería trabajar en un restaurante.
Extensa carta de aguardients japoneses, no así de vinos, bastante escasa.
Ofrece menús entre semana a precios asequibles (entre 11 y 19€) que incluye tb una bebida
Nosotros pedimos uno a 14€ que se componía de una ensalada de verduras encurtidas, pollo, arroz y postre. Algunos platos buenos y otros simplemente aceptables.
También preparan el cocido japonés.
Dudo que vuelva