Cocina moderna basada en la calidad del producto

Galardonado con 1 EM, para muchos (entre los que nos incluimos) es el mejor restaurante de Segovia. Su oferta gastronómica no tiene nada que ver con la de la marabunta de asadores que inundan la ciudad (algunos bastante buenos y la mayoría de ellos directamente enfocados al consumo turístico).

Villena está regentado por el cocinero Julio Reoyo, que ya consiguió una estrella para El Mesón de Doña Filo (posteriormente la ha perdido) y su cocina está basada en la selección y la calidad del producto (en la carta se menciona la procedencia de cada uno), a los que se aplican técnicas y presentaciones modernas.

Ofrece dos tipos de menú degustación a 45 y 60 euros aproximadamente, sin bebidas. Permite componerte fácilmente tu propio menú ya que ellos mismos reparten los entrantes para compartir.

Dividido en dos plantas, la superior a ras de calle es muy luminosa y mucho más agradable que la planta inferior, en el sótano.

Carta de vinos bien surtida y a precios no muy inflados.

Éramos 8 comensales y nos prepararon un menú degustación bien equilibrado:
Como aperitivos: Salmorejo con magdalena de oliva, y Patatas chip a la violeta (agradables sin más).

De entrantes: Gazpacho con vinagreta (estaba muy bueno y, aunque pueda parecer que no es muy lógico servir un gazpacho después de un salmorejo, hay que resaltar que este gazpacho no tiene nada que ver con el tradicional), Pastel frío de ternera y foie (muy bueno), y Garbanzos con callos (muy suaves, quizás demasiado).

Como principales: Arroz con carabinero (no nos dijo mucho, aunque estaba sabroso y el punto del arroz era correcto) y Rabo de toro deshuesado y desmigado al oloroso (muy bueno).

Pastel de yogur con muosse de chocolae y helado de almendra (muy bueno) de postre.

En conjunto un menú muy equilibrado en el que ningún plato destacó por debajo de los demás, pero en el que tampoco encontramos ninguno que nos pareciese sobresaliente.

Acompañaron la comida con un champán cuyo nombre no recuerdo y Tebaida, un buen tinto del Bierzo, además de una copa de Lustau para el postre.

Por cierto, un mal detalle: una de las botellas de Tebaida salió algo picada (desde luego sabía completamente distinta a las demás), pero el sumiller dijo que no lo estaba, que ese vino era muy fuerte y que era así. Por supuesto no la cambió.

No pagamos nosotros, con lo que no sé a cuanto ascendió la cuenta.

LO QUE MÁS NOS GUSTÓ
-La calidad del producto y la sensatez de la cocina.
-Servicio profesional y discreto.
-Sacan repartidos los platos para compartir

LO QUE MENOS NOS GUSTÓ
-Echamos de menos un poco más de chispa en algunos platos.
-La planta del sótano, oscura y poco acogedora
-No nos gustó el detalle del sumiller cuando le dijimos que una de las botellas no era de nuestro agrado (obviamente no está obligado a nada, pero en un restaurante con 1EM esperas que tengan cierto tipo de detalles).

  1. #1

    ramico

    Visitamos este restaurante con frecuencia, tu comentario es muy acertado.

  2. #2

    Almolo

    Comparto también algunos de los aspectos resaltados aunque a nosotros sí que nos entusiasmo la comida

  3. #3

    Gerechev

    Ramico,
    me alegro de que coincidamos.

    Almolo,
    hemos estado varias veces Villena y, aparte de muy regular, nos parece un estupendo restaurante, pero siempre hemos echado de menos un plato de esos que recuerdas durante tiempo. De todas formas, no dejan de ser sensaciones subjetivas.

    Un saludo.

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