La misma comida más o menos de hace 5 años. Mi-cuit con caramelo de foie bueeeeeníssimo , croquetas muy buenas, rabas pobres y pixin con txangurro espectacular. La tarta de queso con chocolate blanco muy buena. El resto de postres baja un poco. Y lo dicho, sonrisa al canto

Clasico en Gijon que no te defraudara , buen servicio , buena comida , precios ajustados , en fin completamente recomendable

Local agradable en el casco viejo de Gijón. Dos camareras muy agradable dando todas las facilidades del mundo al cliente ( si quieren media ración... ). La niña comió media ración de croquetas de jamón muy ricas ( 5 euros ) con algún robo por nuestra parte . Luego compartimos la niña y nosotros ( mi mujer y yo ) un foie con manzana y caramelo de sidra muy bueno ( aprox. 15 euros ), con foie más que aceptable, un pixin ( rape ) con txangurro y ali-oli ligero muy,muy rico ( últimamente no encuentro platos de pescado tan adecuados, aprox. 25 euros ) y un rabo de buy guisado y deshuesado más flojo ( un poco fuerte y con algún huesecillo peligrosillo para la peque, aprox. 18 euros ). De postre una espuma de arroz con leche ( 7 euros ) conseguida. Para beber , coca-cola, agua y una botella de cava Ferret brut a buen precio ( 12 euros ). Un café, un patxarán demasiado caro ( 4,5 euros ) dejaron la comida en 98 euros. Precio altito pensando que en total fueron 3 platos y medio más un postre pero de aquí ( he estado tres veces ) siempre salgo con buena cara.

Gran experiencia en este clásico de Gijón. Comida de corte clásico y buen producto.
Comenzamos con un jamón magnífico y ensalada de vieiras que padecía de una alarmante falta de aliño. Una pena porque las vieiras estaban muy bien.
Los segundos fueron solomillo al foie ( carne jugosa con una salsa de oporto muy lograda ), solomillo al ahumado de Pría ( con ese queso es imposible que sepa mal ) y salmonetes con rissotto de setas silvestres ( ¡ qué salmonetes ! ¡ qué punto del arroz ! ¡ qué pedazo de ración ! ).
Rematamos con arroz con leche ( perfecto de textura, pero más frío hubiese estado mejor ), revuelto de higos ( sólo para los muy golosos, también creo que estaría mejor frío ), y el tiramisú de afuega'l pitu ( irregular, una crema de queso esponjosa y de sabor delicado que deleita, pero un bizcocho algo gomoso que no convence ) regado por una copita de tokay.
Servicio profesional.Carta de vinos sin sorpresas.
Un pero, nos abrieron el vino en una mesita a tres metros de la mesa.
Tenía ganas de visitar esta casa y me ha gustado más de lo que esperaba. Muy recomendable.