Es un restaurante familiar donde la materia prima de la cocina y el buen

Es un restaurante familiar donde la materia prima de la cocina y el buen quehacer de la familia nos hace disfrutar de platos típicos y casi olvidados como una patatas revolconas con torreznos o unas clásicas croquetas de jamón con una besamel riquísima o una sabrosa morcilla perfectamente frita. Al estar en el ultimo pueblo de la carretera M535 antes de llegar a la provincia de Ávila, son conocidos por su magnifica carne de la zona. Tanto en ternera joven abulense como en asados de cabritos de la sierra Oeste de Madrid (que solo tienen Sábados y Domingos) . Los postres son dignos de mención especial. Su hijo a pasado por las cocinas del Ritz, Salvador Gallego, Amparo, Ppe de Viana entre otros. Fruto de ese aprendizaje tenemos el Helado de Boletus con tocino de cielo, Soufflé de Turrón, Crema de Queso con Helado de Melocotón, etc. Sin olvidarse de las torrijas que hace la abuela, mano de Santa. La carta de vinos, excelente, tanto en vinos como espirituosos. Buen café , correcto servicio y atención y una RCP (35/40€) esplendida hace merecer la pena conducir los 70kms que hay entre Madrid y el restaurante. El pueblo tiene 3 hoteles rurales para poder descansar.