Pertenece al mismo dueño de la tienda de productos gourmet Mantequerías La Tienda (www.mantequeriaslatienda.com), de la cual se nutre.

Bonito local de reciente apertura. Parece que no han reparado en gastos. Barra con mesas altas y taburetes en la entrada para tapear, y un pequeño comedor al fondo. Decoración entre clásica y moderna. Buena selección de vinos de la zona. Tienen una pequeña habitación con paredes transparentes en la entrada donde guardan los vinos. También tienen un enfriador en la barra para los vinos a copas, una media docena. Despliegue de licores inusual, con algunas botellas bastante caras. Por citar un par, un Macallan 30 años y un Peinado 100 años. Champagne Krug en la nevera bajo la barra. Camareros muy serviciales. Servicio algo lento.

Fuimos a cenar. Después de llevar varios días por aquí, el hígado me pedía una tregua... tomé un par de cervezas y un vino dulce de la zona, bastante bueno, que no me cobraron.

Cenamos de tapas:
- Ventresca de bonito con tomate (10,-€) - Muy buena.
- Surtido de embutidos del Bierzo (10,-€) - Irregular. Muy bien la morcilla y el chorizo. El resto, mejorable. El jamón, bastante corrientito.
- Patatas bravas (4,-€) - Sin ser nada del otro jueves, al menos picaban. Para mi gusto, las patatas estaban cortadas demasiado finas. Imposible pincharlas. Pero, repito, la salsa picaba y no era de bote.
- 2 Montaditos de campo y 1 de anchoa (3,-€/ud.) - Pueden parecer caros, pero tienen un tamaño respetable. Dan para 4 mordiscos bien dados. Ambos riquísimos y sabrosos, especialmente el de anchoa.

Agua y un café.

Para los amantes del brandy y el whisky, un buen lugar.