Local pequeño pero bastante acogedor, exceptuando el exceso de sonido y lamentablemente de humo. Algunos muy buenos platos como el salteado de champiñones, el atún con vinagreta ligera de wasabi y el tartar de atún. El servicio bastante flojo, los platos tardan bastante en llegar a la mesa y sorprendentemente se puede llegar a pasar sed. La pequeña pero cuidada selección de postres es curiosa y original, como el souflé coulan de chocolates y la espectacular ensalada de fresas.

Nueva propuesta en la Playa de Gandía.Con pocos meses de vida,este restaurante aporta,con excelentes platos y una más que aceptable carta de vinos,una opción a tener en cuenta para veladas de todo tipo,pues el local cumple con el cometido de sencillez y disfrute que se propone.
Las raciones son grandes.Es recomendable compartirlas y probar varios platos. La cocina es básicamente de mercado,mimada en la elaboración y la presentación.Encontraréis desde carnes y pescados buenísimos hasta pastas,y unos postres que sorprenden.No dejéis de probar las patatas Budha,las carnes,el revuelto de morcilla y setas,el emperador con boletus,o el carpaccio de buey con virutas de foie.
En cuanto a vinos,huyen de los rosados,mientras que la oferta de tintos y blancos es más prolija;el servicio se resume en una buena cristalería y el asesoramiento del camarero.Varias D.O. y precios decentes,aunque no justos como viene siendo habitual.
Punto negativo el tiempo de espera,al menos los fines de semana,siendo preciso reservar.Pero se esfuerzan ofreciendo detalles de la casa. Se permite fumar.
La RCP es más que aceptable, teniendo en cuenta la calidad del producto y lo grande de las raciones. ANIMAOS!