Lo primero es ignorar la decoración, esos patios con falsas ventanas

Lo primero es ignorar la decoración, esos patios con falsas ventanas retroiluminadas o los trampantojos “renacentistas” de las paredes te pueden amargar la cena. Sin embargo si logramos abstraernos de la decoración, tanto la comida, como el vino y el servicio son excelentes y a fin de cuentas a un restaurante vamos a comer.
La pasta fresca rellena de crema de espárragos, la carne, huevos fritos con crema o una simple milanesa están perfectamente elaborados. Además puedes añadir trufa blanca si lo deseas en la pasta o los huevos (pesada y pagada como lo que es). El vino a temperatura correcta, decantado y servido en espectaculares copas. Lo más flojo los postres, al menos mi “mousse” era algo insípida.
En resumen comida, bebida y servicio muy bien. Ignorar decoración.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar