Siempre a la altura y mejorando

Comer en el Pincelín es garantía de acierto. Sus apuestas seguras en la carta, una cuidadísima selección del producto, un equipo de cocina experimentado y un personal en sala de años y años no pueden defraudar. Y, por eso, da gusto sumergirse de vez en cuando en este ambiente "clasicón" y homenajear en cierto modo a este tipo de locales por su pasión por la profesión, por su poder de adaptación sin tener que reinventarse como muchos otros, por el trato dado al cliente y por tantas otras cosas.

Comida para 10 personas en comedor privado. Hace unos años que una acertadísima reforma ha dotado a la sala de un aire mucho más actual. No es moderno para nada, pero eso sí: elegante, cómodo y, me repito, muy actual (a excepción de la entrada que sigue manteniendo la personalidad de lo que fue el local).

Recepción amable por parte del personal, cervezas, chicharrones y almendras fritas. Pedimos varias entradas (3 raciones de cada una, por si alguien presta mayor atención a la RCCP):

- Jamón ibérico de bellota con pan de crital, tomate y aceite de oliva virgen: espectacular la calidad del jamón y riquísimo el pan de cristal.

- Anchoa del Cantábrico sobre queso fresco, pimiento asado y una especie de guindilla en salmuerra: Tanto el queso como la anchoa de calidad extra.

- Terrina de foie con uvas confitadas, pasas y su reducción: excepcional la calidad, textura y sabor del micuit.

- Lomo de orza con pisto, all-i-oli y patatas a lo pobre: quizás la entrada menos sabrosa, pero sin desmerecer ni mucho menos.

- Ensalada de perdiz: genial. tanto la base como la propia perdiz con sabores potentes y perfectamente estructurados.

- Gazpacho manchego con pollo de corral, conejo, níscalos y caracoles (5 raciones para los 10 comesales: más que suficiente). En mi comentario de hace bastantes años ya refería la suavidad de este plato. Me reafirmo y sigo echando de menos un sabor más consistente. No me refiero para nada a falta de mejor producto. Tal vez una mayor presencia de algunas especias (pebrella?) o condimentos. No sé. Es muy personal. Aún así, rico.

- Postres al centro que no puedo detallar (no tomé, depués de la abundante comida): algo de chocolate y una especie de soufle (?).

El servicio del vino es bastante bueno: cata extensa, buen coperío, cambio de copas, temperatura adecuada... Tomamos dos Casa la Ermita Petit Verdot (26,80), dos de Summa Varietalis (28,50) y una de Carmelo Rodero Crza. (28,50), pues pedimos Pago de Carraovejas Crza. y no quedaba.

Cafés y GT de G-Vine con fever tree (11,50).

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Craticuli

    Hola, lo primero comentar que has hecho una interesante cronica, la cual expone de manera muy clara lo que es este clásico restaurante.
    Yo lo he visitado varias veces, aunque hace tiempo que no voy (mas de 1 año), y siempre he percibido lo mismo, lo mejor son sus guisos, saliendo de esto demuestran mucha despensa pero poco fondo de cocina, ademas de tener una cocina demasiado estática, la oferta no varía desde hace años, muchos años. Dicho esto la relacion calidad precio me parece algo alta, aun corroborando lo que tu dices, que la materia prima es de primera, me parece excesivamente caro para lo que comes.
    La sala, la amabilidad de su personal y el emboltorio en si perfectos, ademas a mejorado mucho el local con las ultimas remodelaciones de sala, sin perder un apice su personalidad de siempre.
    Respecto al tema gazpachos, totalmente de acuerdo contigo, me parecen de demasiado suaves, para mi lo que les falta no es ningun condimento sino un caldo mas potente, para el cual es imprescindible utilizar caza, que en la preparacion de Pincelin brilla por su ausencia. Lo mas notoria de estos gazpacho es la torta con la que estan elaborados, es de una panadería local, y se hace en horno de leña, ademas no es deshidratada, lo que le confiere una textura inconfundible. No escatimando en el caldo son mejorables.
    Por último, (perdon por la extension), el soufle sería de melocoton, especialidad de la casa, eso si, realmente rico.
    Saludos.

  2. #2

    Escoffier Femme

    en respuesta a Craticuli
    Ver mensaje de Craticuli

    Estoy de acuerdo con Antoni, y Craticuli, en que el sabor del gazpacho Es demasiado suave. Le falta en efecto, más potencia al caldo, más fuerza más intensidad. Me he ido con esa sensación y no he querido comentar nada a mis acompañantes porque creía que era una impresión mía . Soy una forofa del gazpacho Y lo he probado en muchos pueblos de la zona de alrededores y los he encontrado más fuertes. Todo este comentario sin quitarle mérito a la torta al servicio y al resto de platos ,un saludo.

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