Para una cena en una noche de verano en un lugar que aporte romanticismo, tranquilidad, exclusividad y a la vez, sencillez y entorno acogedor, hay que probar el restaurante del hotel Hacienda San Rafael, junto al cruce de Las Cabezas y al lado del pueblo del mismo nombre.
Un hotel rural boutique que ofrece cenas durante la primavera y verano totalmente recomendables. Acceso por el jardín del hotel, entre velas y plantas, a una especie de choza cubierta al aire libre con pocas mesas, decoradas con luz natural, en una presentación idílica para románticos empedernidos.
Menús sencillos de cocina local y regional con toques de modernidad. Nuestro menú se compuso de un hojaldre con queso de cabra y tomate para empezar, un solomillo con salsa de albaricoque y guarnición de espinaca roja, patata al horno y salteado de champíñón y espárragos, y un brownie con helado de vainilla, todo ello acompañado de un blanco de Rueda que resultó buenísimo, y un tinto Enate para la carne.
Servicio amable y música de fondo que nos recordaba que estábamos en la civilización, aunque alejados de ella al mismo tiempo.
Absolutamente recomendable por mi parte, al igual que el hotel.