Aquarium. Situado en Cala En Bosch, zona turística muy concurrida en verano. En la zona interior dispone, dando honor a su nombre, de una enorme pecera. Cenamos en la terraza, muy amplia y agradable en pleno verano, además por su amplitud, es discreta pero integrada en el ambiente estival. Ofrece una carta muy variada y amplia. Servicio muy bueno y familiar, con sugerencias y descartes al realizar la comanda. Cenamos a base de marisco para picar y pescado de plato principal. Todo fue un acierto. Puntos de cocción muy buenos y acompañamientos correctos. Aunque también unos amigos más asiduos nos han destacado sus arroces y calderos. Íbamos con nuestras hijas pequeñas y las colmaron de atención y regalitos con lo cual nos facilitaron mucho la cena. Disponen de platos especiales para niños. En cuanto a la carta de vinos, correcta pero corta, defecto que creo que podríamos aplicar según mi opinión al 90 % de restaurantes baleares. Los postres resultaron también muy conseguidos. Hace tres veranos que repito y si puedo lo seguiré haciendo, si la crisis me permite pasar la semanita de rigor en Menorca.

Ese esa es mi opinión en general. Situado en un pequeño puerto deportivo. La decoración marinera sin lujos pero bonita. El trato al entrar muy bueno y atento. Fuimos 6 adultos con 3 niños y ni sin problemas. La comida muy buena.
Para picar: chanquetes con huevo (un pelin sosos), los mejillones de roca, las croquetas negras, los boquerones estilo donostiarra nos gustaron mucho mucho, pero el mejor para todos fue la tosta de humus con bacalao y olivada, excelente. Pero faltaba lo mejor de todo. Un arroz MELOSO de bogavante..... que casi no se como explicarlo... PERFECTO, en cocción, cantidad en el plato y sobretodo en su sabor. Para mi, desde luego, uno de los mejores arroces que he comido nunca. Era la segunda vez que iba a esta isla, por cierto maravillosa, y tambien la segunda visita a este restaurante, y lo pongo en mi agenda como de los fijos en las proximas visitas.
Para rematar 2 postres muy buenos pero no recuerdo sus nombres, uno era un helado de un licor tipico dela isla, y el otro de piña y coco.
Vino rosado de Navarra y un cava Juve Camps para rematar. Servicio de vino corecto.
Sin duda que volveremos.