Una bodega de las más clásicas que siguen apuntando con tiza en el mostrador conforme vas pidiendo para mantener la cuenta actualizada.
Arrancamos las estaciones de la mañana y por tanto de forma comedida:
. unas aceitunas cortesía de la casa, pan y aceite Hervaoliva
. cerveza y agua para compartir entre los dos
. plato de jamón, recien cortado, con la pata tapada por papel Albal hace suponer que no es Jabugo, pero está muy bueno.

Seguiremos la marcha en la zona, pero éste no me puede faltar en cada visita.

Posiblemente el mejor bar de tapas por la zona próxima a la catedral, en pleno barrio de Santa Cruz. Da pena ver como el resto de los locales "no se comen un colín" al menos entre semana y este popular bar está hasta la bandera a casi cualquier hora. Frecuentado no solo por los sevillanos sino también por algún que otro turista. Ambiente animado y de aspecto de bar centenario. Servicio atento y por momentos simpatico.

Cena para uno solo:

- Tapa de caña de lomo: Cuatro rodajitas cortadas a cuchillo y con buen sabor a pesar de que le quedaba bastante para el punto de curación que a mi me gusta.

- Tapa de cazón en adobo: Muy buen punto de fritura y buena textura del pescado. Para repetir.

- Pavía de bacalao: Popular tira de bacalao desalado y frito. Gabardina sin grasa, aunque no me convenció mucho el bacalao.

- Espinacas con garbanzos: Guiso clásico del tapeo a base de espinacas, garbanzos, comino, pimentón, ajo, aceite y vinagre. Para mi gusto demasiado suave.

- 2 x Montaditos de Pringá: Me gustaron aunque se prepara algo diferente con respecto a otros sitios. Aquí la carne se tritura hasta hacer una masa casi untable, a diferencia del que se prepara en Bodeguita Romero donde se prepara simplemente desmenuzando la carne. No defrauda su tapa bandera.

Del servicio del vino poco se puede decir. Aquí se viene a tomar cañas o bien un fino o manzanilla sin más historias. No creo que merezca la pena puntuar este apartado. Acompañé con manzanilla La Gitana servido bien fresquito.

Precio total: 19€ (inc. IVA, pan y picos que no cobran y 4 manzanillas a 1.70€)

Nota: El precio que indico sería tomando 5 tapas sin bebidas.

Bodega en pleno meollo del barrio de Santa Cruz, de las que están hasta la bandera a la hora a la que pases. Nos topamos con ella el primer día en Sevilla y nos vimos obligados a repetir; lo que degustamos en nuestras visitas fue:

- Montaditos de pringá: monumentales. Prima el regusto a morcilla y su untuosidad invita a repetir, y repetir y...
- Cazón en adobo: bien frito, con un adobo apenas punzante que no enmascara en demasía la frescura del pescado. Delicioso
- Buñuelos de bacalao: una de las especialidades de la casa (junto a la pringá) bien justificada. Hermosos buñuelos acompañados de un suave alioli y unas papas fritas de bolsa. Pelín grasientos aunque colmados de bacalao, fritos con rigor y que leches, para repetir (como así hicimos).
- Queso en aceite: sin más misterio. Un buen queso de oveja curado que se sirvió algo frío.
- Ensaladilla: el tonto de la ensaladilla me llaman, porque a sitio al que voy, no puedo dejar de probarla. En este caso, en la línea de las degustadas por el sur. Sencilla en ingredientes pero muy bien ejecutada. Rica.

Acompañado de buenos vinos procedentes de graneles (manzanillas y amontillados servidos muy fríos) y/o cervezas, los dos días que comimos aquí no salimos por más de 15 euros por barba. De nuevo, absolutamente recomendable.

... de mis visitas a Sevilla. Unas tapitas de cazón en adobo (me gusta, y lo como de pascuas a ramos), de boquerones (no estaban mal, aunque esperaba chanquetes), y un montadito de pringá (muy buena, sobre todo comparada con otro del mismo día), con un vermuth y una caña, 9€ y pico.

Nada que modifique mi comentario anterior.

Estaba convencido que en su día había introducido la valoración de La Bodeguita Santa Cruz, pero veo que no. Hará un año de la visita.

De los sitios que más me gustaron de la zona (localización excepcional, por otro lado), de los menos atractivos o vistosos de la zona, pero de los que más autenticidad desprenden, incluído "la cuenta", pintada a tiza en la propia barra, como me gustan estas cosillas...
Me pilló de trabajo en un viernes a medio día, por lo que pude tapear sin agobios.

Un par de cañas, unas tortillitas de camarones, unas costillitas en adobo recomendadas por el camarero (mu cashondo él, por cierto) y un motadito de pringá. No llegaría a los 10 €.

Ya sé de donde viene lo de "la lluvia en Sevilla es una maravilla", dos visitas, sendas visitas a la capital hispalense, y sendos torrentes caídos del cielo.

Gran sitio para empezar con un vinito y una tapita al solecito en la calle. En días concretos y horas puntas puede parecer muy lleno pero el servicio es rapidísimo.

Si hemos empezado de tapeo por Mateos Gago acabar en esta bodeguita puede ser una buena idea. De nuevo se olvida uno de las incomodidades del local y pasa a hacer una larga cola para conseguir unas tapas excelentes acompañadas de unos finos. Lugar de solera que en hora punta puede ser imposible pedir algo, pero asombrosamente el servicio es rápido y la cocina funciona a todo gas, todo esto unido al encanto de salir a la calle a disfrutar del tapeo hacen que la espera no sea excesiva.
Excelente sitio donde tapear en el barrio de Santa Cruz, al menos para un turista como yo.
El entorno me parece muy bueno, no por su comodidad, sino por su ubicación y su ambiente de tapeo sevillano.