Ayer, festividad de San Pedro, fiestas en el Serrallo de Tarragona, caimos en este lugar para tapear.
Una caña por persona y media de Verdejo. Hasta aquí, excelente. Buena temperatura de los líquidos, buena copa para la cerveza, no tan buena para el verdejo...
Pedimos:
1. Croquetas de pollo y jamón. Eran albóndigas de harina.
2. Chorizos. Secos.
3. Puntillas. Requemadas y hasta amargas de la sobrecocción. Sin sal. Dejamos en la mesa más de la mitad del plato.
4. Boquerones fritos. Secos, sin sabor, de nevera. Dejamos en la mesa más de la mitad del plato.
Tardaré en volver.
Hacia años que no pasaba por el barrio pesquero de Tarragona, el Serrallo, ha cambiado mucho, despues de restaurarlo, ahora se acerca mas a un paseo maritimo, los bares y restaurantes siguen alli, uno al lado de otro, utilizando las terrazas como comedores, asi que cuando se va el sol en verano, apetece mucho sentarse en una de estas terrazas.
Nosotros lo hicimos en la de L'Anap, bastante concurrida, como el resto, carta de tapas y alguna cosa mas elaborada que otro dia pasaremos a probar.
Elegimos algunas tapas, calamares a la andaluza, pescadito frito, chipirones y bravas de L'anap.
Descartemos las bravas (es dificil encontrar unas buenas bravas hoy en dia) el resto muy bien, fresco, buenas raciones, un rebozado fino que permite disfrutar mejor el sabor del producto, pedimos all i oli para acompañar, no era casero.
Servicio realmente atento, por encima de la media.
No pedimos vino asi quenolo valorare.
Ida y vuelta fugaz de Valencia a Tarragona. Nos habían hablado de L'Anap-Tapes, así que nos acercamos al puerto donde, siguiendo un bonito paseo marítimo, se encuentran algunos restaurantes.
El marco, a media mañana de verano, sinceramente agradable. Bajo las sombrillas de los diferentes restaurantes se pueden observar los barcos amarrados... tapaditos de la molesta acción directa del sol.
Por ir al grano... era muy pronto así que nos decidimos por unas tapas. Para dos, tortitas de camarón (ni fu ni fa), bravas estilo l'anep (patatas congeladas, por favor...), sepia olioli (sepia a la plancha con un tarrito de ajoaceite) muy rica, un montadito de foie (sobre una base de naranja) y otro de bacalao, ambos muy ricos.
Y sin embargo, como todo estaba bueno de sabor y tenían una buena RCP en la bebida (copa de vino blanco de la tierra 1,75 y doble cerveza a 1,60) disfrutamos y volveremos para volver a disfrutar allí y probar sus arroces, ya que el precio era de bar de barrio, no de restaurante en paseo marítimo con preciosas vistas, y entendemos que eso también se paga y que no nos lo cobraron.
Ahora que desgraciadamente su hermano mayor de la part Alta, l´Anap, ha cerrado, al menos nos queda este local, creado al albur de la acertada reforma de El Serrallo, el barrio pescador de Tarragona. Pequeño local en el que el comedor es su terraza, a la vista del puerto y a muy pocos metros de la lonja. Carta moderna y desenfadada a base de raciones, montaditos, ensaladas, carpaccios y tablas, a la que podemos añadir algún plato más contundente como el entrecó, el chuletón argentino y algunos pescados.
Nosotros cenamos una ración de bravas fenomenal, con una salsa muy rica y original con comino, unas cocas de Cádiz, de camarones, una ensalada de vieras y habas confitadas, muy original, y un montadito de foie con mermelada de naranja. Todo estaba bueno y las raciones bien salvo el montadito, muy pequeño.
La carta de vinos es corta pero con marcas interesantes, predominio de la tierra y a precios correctos.
Pan sólo sencillo.
El servicio muy competente y agradable en el trato. Se agradece además la rapidez y los cortos tiempos de espera.
Una muy buena opción, en una noche de verano como la de ayer inmejorable.
Tienen una página web muy lograda.