Hoy hemos estado comiendo (2 px) en el restaurante de la cadena Grambinus, sito en Santander.
Tomamos de entrantes una ensalada de la casa en salsa rosa (lechuga, tomate, espárragos, maiz, jamón york y pollo) y unos chopitos. Como plato fuerte una lubina a la plancha y un entrecotte. No tomamos ni postre, ni vino, pero si café.
Las raciones son generosas.
El emplazamiento es correcto, sin grandes lujos pero agradable. El servicio muy bueno (pese a no tomar vino creo conveniente valorar dicho buen servicio en ese apartado). La comida buena.
Salimos a casi 34 €/persona (un poco caro dado el emplazamiento relacionado y lo que comimos, sin vino, ni postre). Mejor para ir a tapear que para ir a comer, pese a que la velada fue agradable.