Encontramos en el Carmen, en una recóndita calle, este cool establecimiento. Decoración minimalista en rojos y grises, con una zona a doble atura. Se puede observar la preparación de los platos tras una barra que ocupa el centro de la estancia y que está habilitada también para comer. Alrededor de ella se disponen mesas altas y taburetes, y subiendo las escaleras accedemos a la planta alta, con el mismo tipo de mobiliario.
Este sistema tiene por una parte el encanto de lo informal y por otra la incomodidad de verte obligado a comer en un taburete sin respaldo y con mesas mínimas.
Cocina japonesa elaborada por occidentales con mucho gusto.
Optamos por el menú degustación (60€ dos pax, con botella de blanco o cava):
• Albóndiga de pescado.
• Ensalada japonesa.
• Tartar de bonito.
• Fuente con nigiris, makis y futomakis.
• Temaki de pez mantequilla.
• Trufas de chocolate.
El sushi lo bordan, de hecho nos vamos a apuntar a sus talleres. Perfecto el sabor, el punto, la textura tanto de los makis, como de los niguiris, los futomakis… Y mención especial para ese temaki de pez mantequilla. Qué locura. Era un cono de alga consistente pero crujiente, tipo y tamaño cucurucho grande de helado, con arroz ya aliñado con aceite de trufa blanca y sésamo negro, y con finas cortadas, bien esparcidas, de pez mantequilla crudo.
Un pero: el menú está descompensado, tiene demasiado arroz, pero… a eso veníamos, ¿no?
Carta de vinos justita, a la que a mi juicio le falta alguna referencia media de espumosos, pues pasamos de gama baja de cavas a champagnes reputados. Copas discretas. El menú incluía una botella de cava Dominio de la Vega, lo fui a cambiar por alguna opción media, pero no la encontré. No obstante, el mencionado cava superó mis expectativas.
Servicio muy atento, profesional y afable. En nuestro caso fuimos atendidos por uno de los propietarios, una persona realmente encantadora que nos ilustró generosamente con sus conocimientos del tema durante la velada, con discreción y locuacidad.
Si quieres probar un buen sushi en Valencia, este lugar es de visita imprescindible.
Mola, mola.
La cocina japones es muy extensa. En este caso, aunque tocan otros palos, se centran en el sushi. Y hacen bien, son unos auténticos especialistas.
Por Cantabria antes había pocas opciones de cocina de este tipo. ¿Ha mejorado la oferta?
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