Acudimos a este restaurante guiados por nuestros amigos Veremeros y vivimos una espectacular experiencia.
El local es muy acogedor, situado en un callejón perpendicular al "carrer de dalt" i "carrer de baix", en pleno barrio del Carmen.
El comedor está dividido en la planta baja y un primer piso, todo estructurado en una misma estancia que incluye la cocina, de aspecto limpio y cuidado. El personal muy amable y organizado en el trabajo.
De entrada se agradece el silencio y tranquilidad que predomina en el restaurante.
Nos decantamos por el menú degustación, de 60€ para 2 personas.
Probamos la ensalada japonesa, con uno de los mejores atunes que he probado, aguacate y semillas de sésamo, entre otros ingredientes.
A continuación un tartar de salmón, sin palabras.
Posteriormente probamos los makis, que eran de cebolla y olivada, y de pez toro. La elaboración de los mismos fue brillante y la combinación de sabores muy original, un 10 para este plato. La estructura del arroz perfecta para sushi.
Seguimos con los nigiris, de salmón braseado con sus huevas y de pez mantequilla con trufa: una pasada, tremendamente jugosos.
Finalmente, nos sacaron los temaki de atún que estaban impresionantes.
De postre probamos el Daifuku, que aunque para mi gusto quizá tenía un punto demasiado dulce, merece la pena probarlo por conocer las hazañas que se pueden conseguir con el arroz.
Todo ello acompañado por un Riesling de Alicante, bien.
Volveremos seguro.
Nigiris
Makis
Ensalada Japonesa
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