El otro día estuve con mi novia en Jurucha probando sus deliciosas tapas y me gustaría destacar sobre todo el pincho de tortilla las crepes de salmón, ¡ nunca habíamos probado una tortilla tan rica!. Los camareros fueron muy rápidos y amables atendiéndonos. La verdad que pasamos un rato muy bueno, un sitio totalmente recomendable para pasar la tarde con amigos.

Esta empezando a ser demasiado añejo-rancio el local, y los pinchos tambien empiezan a no llamar tanto la atención como antaño, aún así la ensaladilla rusa y el pincho de tortilla con mahonesa merecen pasar, aunque salgas con una peste a humo y fritanga de morirte.

Servicio rapido y, dependiendo de quien te toque, antipatico.

Cerveza tirada sin alegria.

Pero hay que sacrificarse por ese pincho de tortilla.

Aparcar por la zona esta dificil, y mejor ir fuera de horario habitual, siempre está abarrotado en esas franjas.