Son varios los años que llevamos disfrutando de este restaurante, sobre todo de su comida.
Comenzó con un gran lujo de dispositivo luminoso, muy cuidado, trato muy preferente, y con aspecto de convertirse en una referencia española, tanto en trato personal, sumilleria, como en sus grandes maestros del sushi. Algo mas de ambiente Geishako.
No ha sido asi, y ya lo siento. Despues de unas malas gestiones, con cambio en la gente de sala y de algun que otro gerente, parece ser que por fin habian encontrado estabilidad y podian competir con sus "amigos" del resto ASAKO. Pero....(otro pero)....no lo parece. El ambiente cuidado del restaurante arriba es casi igual,pero casi, aunque antes al ser menos mesas (por falta de gente y de espacio) todavia era mas intimo y con ambiente mas Zen. Actualmente, la sala deja que desear en el trato oral comunicativo, con alguna borderia que otra, sin saber a quien pueden tener en su cara. La comida se ha dominado o domado un poco mejor, pero en detrimento de una zona de tapas en la planta calle, que le quita glamour al japo, pero que se adapta al estilo de vida malagueño actual, para mi algo penoso.
Zenart deberia ser lo que comenzó al principio, un resto japo algo grandioso con precios muy elevados y para gente exclusiva, y no para mesas enteras de gente sin paladar que se puede quedar calva.
Les recomendaria que se trajeran al maestro Masao Kikuchi a golpe de talonario, y ya mismo, para que empiece a cambiar su futuro, al igual, que volveria a darle una vuelta de tuerca mas en la zona inferior con un nuevo espacio indoor de restaurante especial. Un portero fino y elegante en la entrada, le daría un aspecto sublime.
-Tempura de langostinos y verduras: Muy fina, buen aspecto y buena salsa. Sin que sea moriwase mejor en tamaño para la cena.
-Sashimi (solo pescado crudo) en rectangulos preciosos con soja fina y wasabi poco picante.
-Pato teriyaki a la naranja, demasiado graso, antes tenian un pato fino cortado en laminas perfectas, sin grasa y con una salsa de lujo,pero esta no acompañaba, al igual que el arroz , demasiado pasado de coccion y engrudo.
Agusti Torello Brut Reserva 2007, bastante afinado, pero normal en general.
Mucha carta de aguas, pero faltan la mitad de ellas,...muy mal.
Recomiendo una union de plato conjutno para el centro de la mesa que sea reflejado en la carta.
Hago una referencia a este restaurante a pesar de que no soy habitual de la comida japonesa (excepto del sushi) y no tengo un criterio definido al respecto.
La principal recomendación la doi por el concepto global de restaurante, totalmente novedoso, muy cuidado y original, detalles que hacen recomendable al menos una visita
Probé el menú degustación y pienso (no tengo mucha experiencia como digo) que estuvo a la altura de las espectativas. (Todo los platos que me presentaron me gustaron mucho).
Tiene pocas mesas y la iluminación se centra en cada una de ellas dejando en penumbra el resto de la sala, lo que, unido a las vistas que hay de la alcazba de Málaga, (que está iluminada por la noche) crea un ambiente especial, totalmente diferente al que estamos acostumbrados aquí en la costa (chiringuitos y pescaito).
El único "pero" objetivo, que por ser uno solo no deja de ser imperdonable, fue el pésimo maridaje que nos ofrecieron con el menú degustación, imperdonablemente vulgar. Así que os recomiendo que esa opción la descarteis y hagais vosotros mismos la eleción de la bebida.
Y otro "pero" este más subjetivo, quizás resulte un poco caro, pero si pensamos en la originalidad de la propuesta.... quizás sea un precio justo.
Saludos