Asador de corte tirando a elegante, cómodo, de diseño y decoración ajustada, buen montaje de mesas, y todo lo accesorio ideado para el disfrute, sin que te distraiga de lo importante de verdad , la comida.

Carta de vinos no muy extensa, pero suficiente y a un precio ajustado, cristalería mejorable, armario de conservación de vinos, en el que al pasar por delante de del mismo, pude ver el vino que al final tomaríamos, (en la carta no aparecía), y que ha servido para reconciliarme con la bodega, Altos de Inurrieta , por el que nos cobraron 16€, trayéndolo a la mesa a medio descorchar, y sin posibilidad de probar, lo que pesa mucho en la nota del servicio.

La carta como se tercia en un asador, entrantes muy orientados a compartir, nos decantamos por los Pimientos Asados (unos 7 €) excelentes y sabrosos, con el punto justito de picante), Cogollos con Ventresca (bien, quizás un poco justita de ventresca), y el Revuelto de Morcilla y Hongo (¿unos 12€?) que realmente estaba muy rico, precios ajustados, segundos monopolizados por la brasa y el horno, al ser cena me decanté por el Rabo de Ternera del Pirineo Estofada con Hongo (como no, :D ), y mi mujer el Gorrín Asado, ambos rondando los 14€ de precio, y ambos excelentes, asado tradicional de la ribera del Ebro y Aragón, sin agua. Postres a base de Tarta de Manzana Tibia, que estaba buena, aunque nos sorprendió la elaboración, ya que saliéndose de la forma tradicional de prepararla, la hacen con la manzana hecha puré (o compota), y por otro lado unos Canutillos de Hojaldre y Crema, que también estuvieron bien.

Con cafés y copa de pacharán incluida para dos personas, alrededor de 155€ de 4 personas, muy buena RCP.